jueves, 28 de febrero de 2013

Muere Bruce Reynolds, 'cerebro' del robo al tren de Glasgow

Bruce Reynolds, considerado el 'cerebro' del famoso asalto al tren de Glasgow (Reino Unido) en 1963, en su día el robo más espectacular del siglo XX, falleció este jueves a los 81 años, informó su hijo Nick. "Falleció mientras dormía en la madrugada del jueves", después de pasar "varios días sin encontrarse bien". Reynolds ha muerto meses antes de que se cumpla, el próximo agosto, el 50 aniversario del famoso atraco, tras el que logró burlar a la justicia durante cinco años, para ser capturado en 1968 en Inglaterra, donde cumplió condena hasta 1978. En los años 80, volvió a terminar entre rejas otros tres años por tráfico de anfetaminas. El asalto a un tren de correos que se dirigía desde Glasgow (Escocia) a Londres cuando se acercaba a la localidad inglesa de Cheddington se consideró el mayor robo a un ferrocarril del pasado siglo y uno de los ladrones, Ronnie Biggs, alcanzó gran notoriedad al escaparse de la cárcel y permanecer huido 31 años para regresar voluntariamente al Reino Unido en 2001. El botín con el que se hicieron los ladrones, de 2,6 millones de libras (3 millones de euros), supuso todo un récord entonces y hoy equivaldría a unos 40 millones de libras (46,2 millones de euros). Entre ambos periodos en prisión, Reynolds trabajó brevemente como asesor durante el rodaje de una película sobre el famoso asalto, Buster, y publicó La Autobiografía de un ladrón en 1995. Dejaron sus huellas en el Monopoly con el que jugaron usando parte del botínTras el atraco, Reynolds y al menos catorce de sus cómplices se escondieron en la granja Leatherslade, cercana a Oakley (sur de Inglaterra), con el millonario botín. Cinco días más tarde de producirse el robo, se hallaron en ella objetos con los que jugaron los fugitivos mientras se escondían de la policía, entre ellos un Monopoly con el que jugaron utilizando parte del botín y que quedó impregnado de las huellas dactilares que luego sirvieron para atraparles. Aunque en un principio la banda pensó que todo estaba calculado hasta el más mínimo detalle, numerosos errores terminaron delatando a los atracadores. En total, quince hombres fueron detenidos por el asalto y doce de ellos terminaron en la cárcel mientras que otros lograron fugarse. El propio Bruce Reynolds vivió cinco años escondido entre México y Canadá hasta que se le acabó el dinero y volvió al Reino Unido a cumplir una condena.

lunes, 18 de febrero de 2013

El primer conductor europeo sin brazos, español, ya tiene coche

David se crió entre motores. Su padre era camionero y su sueño, ya de mayor, era conducir su propio coche. Pero había un obstáculo que parecía insalvable: David no tiene brazos. ¿Imposible? El sueño se convirtió en un reto. Primero le hablaron de una tecnología alemana que le podía permitir adaptar un coche para controlarlo mediante un mando, como los videojuegos, con sus pies. Tras meses de preparación y burocracia, la fantasía de David es una realidad y se ha convertido en el primer europeo sin brazos que tiene carné para llevar su propio vehículo. Ford y DKV han entregado un C-MAX a David Rivas, un coordinador de citas previas de la Fundación DKV Integralia. Durante el acto de entrega, David ha asegurado que "ha cumplido un sueño" y que no le importa ser el primero, sino "que otros sepan que se puede". [foto de la noticia] Ampliar foto Para conseguir clases de conducir, David tuvo que desplazarse hasta el País Vasco, donde se encuentra la única autoescuela que imparte clases con vehículos adaptados para personas con este tipo de discapacidades. El sistema que permite que David pueda conducir usando únicamente sus pies consiste en cuatro dispositivos que controlan la dirección del coche a través de un 'joystick', la aceleración y el frenado mediante un pedal, y las luces, intermitentes, limpiaparabrisas y el claxon con otro dispositivo. Otro mecanismo, que se controla con los dedos del pie derecho, permite activar las distintas posiciones del cambio de marchas automático. El sistema funciona gracias a los dispositivos de control electrónico que incorporan los últimos modelos de Ford.

lunes, 4 de febrero de 2013

Localizan los restos de Ricardo III, el último rey británico fallecido en combate

nvestigadores británicos han concluido que un esqueleto, formado por un cráneo y una espina dorsal curva escindida, sepultado bajo un aparcamiento corresponden al rey Ricardo III de Inglaterra, resolviendo un misterio que se remontaba 500 años: el del lugar de descanso final del último rey inglés muerto en una batalla. Ricardo III, representado por William Shakespeare como un tirano monstruoso que asesinó a dos príncipes en la Torre de Londres, murió luchando contra su eventual sucesor, Enrique Tudor, en la batalla de Bosworth Field, ocurrida en el centro de Inglaterra en 1485. Un equipo de arqueólogos e historiadores de la Universidad de Leicester dijeron que las evidencias mostraron que un esqueleto que se encontró el año pasado durante las excavaciones de un convento medieval bajo un estacionamiento en la ciudad es en realidad el del desaparecido rey. Richard Buckley, el arqueólogo que encabeza el proyecto, dijo de forma concluyente que los restos corresponden a Ricardo III. El cuerpo no estaba en un ataúd o sudario, datos que coinciden con los relatos de la época que afirmaban el trato despectivo que recibió Ricardo por parte de su sucesor Enrique VII. Para obtener estos resultados, investigadores comprobaron que el ADN tomado del cuerpo coincidía con el de Michael Ibsen, un fabricante de muebles de origen canadiense afincado en Londres que los genealogistas dicen que era descendiente directo de la hermana de Ricardo, Ana de York. El esqueleto mostró signos de lesiones consistentes con heridas recibidas en batalla, provocadas por un utensilio de hoja que al parecer golpeóla parte posterior del cráneo, mientras que una punta de flecha de púas de metal se encontró entre las vértebras de la espalda superior del esqueleto. estas heridas coinciden con las descritas en los relatos de la época. Si bien los resultados pueden resolver el enigma acerca de Ricardo, el último rey Plantagenet de Inglaterra sigue siendo una figura compleja, cuya vida, hecha famosa por Shakespeare, divide profundamente la opinión entre los historiadores en Gran Bretaña y en el extranjero. Los restos han evidenciado la curvatura de la columna o escoliosis, afección que presentaba el monarca y que coincide con la descripción que Shakespeare, que hablaba de él como “deformado y sin terminar, jorobado”. Cientos de años sin saber su paradero Durante cientos de años se desconocía el paradero del cuerpo de Ricardo III. Los registros de la época aseguraban que el monarca fue enterrado por monjes franciscanos en la iglesia de Leicester, a 160 kilómetros al norte de Londres. Enrique VII ordenó cerrar todos los monasterios en 1538 y con el tiempo se fue olvidando su paradero. Los restos fueron exhumados en septiembre por la Universidad de Leicester, aunque sus responsables aseguraron en aquél momento que no había pruebas sólidas de que el cuerpo encontrado perteneciesen al monarca. Por su parte Philipp Langley, miembro de la Sociedad Richard III, aseguró que estaba “seguro al 99%” que era el cuerpo del monarca. Algunos expertos aseguran que el descubrimiento podría cambiar la imagen del Ricardo III que fue vilipendiada tras su muerte. Ricardo III fue el último rey de la Casa de York. El 6 de julio de 1483 fue coronado en la Abadía de Westminster. Ricardo tuvo que hacer frente a la rebelión llevada a cabo por los partidarios de Enrique Tudor, posteriormente Enrique VII. Ricardo III luchó en dicha rebelión contra las fuerzas de Enrique, donde murió el 22 de agosto de 1485, siendo el último monarca británico fallecido en combate.

Un marine mata al francotirador más letal del Ejército de EEUU

El Pentágono acredita a Chris Kyle con 150 muertes aunque él en su libro las eleva a casi 250 -una de ellas a casi dos kilómetros de distancia-, lo que le convierte en el francotirador más letal de la historia de EEUU, tras superar a Adelbert Waldron, con 109 muertes en Vietnam. Tras servir a su país destacado cuatro veces seguidas en la guerra de Irak como un miembro de los elitistas Navy Seals, Kyle cayó abatido por las balas de un marine en la reserva este fin de semana en un campo de tiro de Tejas. Los motivos de la muerte de Kyle, de 38 años, y su íntimo amigo Chad Littlefield, de 35, siguen siendo un misterio para la policía local, que tiene detenido al joven de 25 años Eddie Ray Routh acusado de ambos homicidios. Según el informe policial, los tres hombres llegaron el sábado por la tarde al campo de tiro de Glen Rose – a unos 60 kilómetros al sureste de Fort Worth- para practicar durante un rato. Dos horas más tarde, una llamada alertó a la policía, que acudió al lugar y encontró los cadáveres de Kyle y Littlefield. Routh había huido en la furgoneta de Kyle, pero las autoridades locales le arrestaban poco después, tras una persecución, cerca de su casa en Lancaster, al sureste de Dallas. Kyle fue apodado por la insurgencia iraquí como el diablo de Ramadi y se puso precio a su cabeza por 80.000 dólares. Tras abandonar las Fuerzas Armadas para decidcarse a su familia –deja esposa y dos hijos pequeños-, Kyle decidió crear su propia empresa de entrenamiento para misiones de riesgo así como una fundación para proveer ayuda psicológica a los veteranos de guerra. Kyle consideraba que el ejercicio y la camaradería entre antiguos colegas de filas ayudaban a los exmilitares a reincorporarse a la vida civil y lidiar con el estrés postraumático que deja la guerra. Según la policía, se cree que en la tarde del sábado Kyle se había reunido con Routh precisamente para darle apoyo, ya que desde que dejó los marines no había encontrado empleo y en su expediente existe una detención por conducir borracho. Kyle había sido condecorado con dos estrellas de plata y cinco estrellas de bronce al valor. Animado por otros compañeros Navy Seals que habían contado su historia, Kyle decidió publicar un libro cuya salida al mercado el año pasado fue todo un éxito. En American Sniper, Kyle relata su momento más difícil a las dos semanas de llegar a Irak. Tras enfocar su mirilla telescópica se encontró con un objetivo que no esperaba: tenía en su punto de mira a una mujer con un niño en un brazos y una granada en una mano, dispuesta a lanzarla contra una patrulla de soldados de EEUU. Primero dudó, relata Kyle en el libro. Luego disparó. “Era mi deber disparar y no me arrepiento”