lunes, 29 de abril de 2013

Hallan muertos a un padre y a su hija de 7 años en su casa de Almonte

Un hombre, cuya identidad y edad no ha trascendido, ha matado supuestamente a su hija de 7 años y después se ha quitado la vida en el municipio onubense de Almonte, según han informado a Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huelva. Los dos cadáveres han sido hallados en el interior de la casa en la que residían, y se desconocen las circunstancias que han rodeado los hechos aunque la Guardia Civil baraja que el hombre matase a su hija y después se suicidara. Por su parte, desde el Servicio de Emergencias 112 han indicado que los dos cadáveres muestran heridas de arma blanca y han sido encontrados en el interior de un piso, ubicado en la Avenida de los Reyes de la localidad almonteña. Las fuentes han indicado que los cuerpos permanecen en la vivienda y que se está a la espera de que la Policía Judicial de la Guardia Civil, que es la que se va a encargar de la investigación, realice la inspección ocular del lugar. Posteriormente, y tras el levantamiento de los cadáveres se procederá a su traslado al anatómico forense donde se prevé que se les practique la autopsia.

miércoles, 10 de abril de 2013

Descubren una nueva especie de murciélago... ¡el panda!

Un equipo de investigadores ha descubierto en Sudán del Sur una nueva especie de murciélago cuya piel es blanca y negra, exactamente igual que la de los osos pandas. Se trata de un nuevo género raro, tal y como explica en el Daily Mail el profesor asociado del Departamento de Biología de la Universidad de Bucknell (Estados Unidos), DeeAnn Reeder, jefe de la investigación. "Es tan único", indica el profesor, "que podemos decir que estamos ante un género nuevo. Sus características craneales, de las alas, su tamaño, sus oídos... no encaja con nada de lo que ya hay". Por eso, muy probablemente este nuevo murciélago panda se llame Niumbaha, que en la lengua de las gentes del lugar en el que fue hallado significa "Raro" o "extraño". El equipo ha destacado que este hallazgo pone de manifiesto la fauna y la flora tan rica que existe en un país en el que aún queda mucho por descubrir y que "hay que cuidar".

martes, 9 de abril de 2013

A LOS 85 AÑOS Adiós a Sara Montiel, un mito del cine español

Cuando se dice que Penélope Cruz es la primera actriz española que conquistó Hollywood se olvida a Sara Montiel, fallecida ayer a los 85 años. Y cuando se dice que fue Sara Montiel se olvida a estrellas como la sevillana Trini Ramos, quien tras triunfar en Londres, Buenos Aires y Nueva York interpretó junto a Gardel El tango en Broadway para la Paramount. Sí es cierto que tras su triunfal y breve etapa mexicana (1951-1954), donde buscó y encontró una fama que el cine español no le había dado en sus papeles siempre secundarios interpretados desde 1944, Sara Montiel tuvo una posición en Hollywood que no supo aprovechar. Quedan para la historia Veracruz (1954) y Yuma (1957), en las que actuó junto a Gary Cooper, Ernest Borgnine o Rod Steiger. Y su matrimonio con el gran Anthony Mann. No queriendo encasillarse en papeles de hispana o de india despreció un contrato con Columbia y regresó a España. ¿Se equivocó? Quién sabe. Prefirió ser cabeza del ratón del cine hispano a cola del león de Hollywood. Nunca la volvieron a dirigir realizadores de la talla de Aldrich, Fuller o Mann. Dejó de relacionarse con celebridades como Billy Holiday, Alfred Hitchcock, Elizabeth Taylor o James Dean para regresar a la España en blanco y negro de 1957. Aunque eso sí: tras Imperio Argentina -la gran estrella de los 30 junto a Estrellita Castro- fue la cabeza más adorada e idolatrada que haya tenido el ratón del cine español. Con El último cuplé en 1957 y La violetera en 1958 Orduña y Amadori la convirtieron por sorpresa en el mito erótico del franquismo, la mujer que por carnal, hermosa y arrolladoramente sensual era necesariamente pecaminosa. Como las señoritas de Chicote o las amantes de los nuevos ricos del Régimen. Su salto al estrellato fue por sorpresa porque se produjo a través del también sorprendente revival del cuplé -en la última década de gloria de la copla, el boom de la canción italiana y el éxito de la música ligera moderna- gracias al programa de la Ser Aquellos tiempos del cuplé, emitido desde noviembre de 1953, con guión de Eduardo Vázquez, dirección musical del maestro Cisneros y la voz de Lilian de Celis. Se cuenta que El último cuplé era para ella, que la Montiel le arrebató el papel y que su éxito la eclipsó. Sara Montiel era una actriz mediocre y tenía poca voz. Pero tan sensualmente grave que, combinada con su físico mórbidamente explosivo, su belleza y su peculiar forma de decir la canción casi silabeándola, resultó ser una bomba. La cámara la adoraba. Su gloria cinematográfica duró poco más de una década, de 1957 a 1971, año en el que Varietés fue su último éxito tras algún tropiezo como Tuset Street, fallido intento de aggiornarla en el que colaboraron los modernos Jorge Grau y Rafael Azcona. Pero ella supo reinventarse como estrella de las variedades y la televisión. Además de explotar inteligentemente su mito como icono gay adorado por Terenci Moix o Pedro Almodóvar, cantante idolatrada por Sabina o Alaska y símbolo de una cierta rebelión sexual antifranquista -León Felipe también la adoró-, supo dotarse de un look extravagante y barroco, puro habano incluido, hábito en el que según la leyenda la inició Hemingway. Desgraciadamente en sus últimos años, desprotegida tras la muerte de Pepe Tous, navegó por las aguas de la telebasura. Greta Lovisa Gustafson mató a Greta Garbo en 1941, retirándose del cine a los 36 años y llevando una vida retirada, para que la Garbo fuera eternamente joven. Lilian Gish trabajó hasta los casi cien años y Katharine Hepburn envejeció frente a la cámara desde 1932 hasta 1994. Sara no tuvo el cuidado de la primera ni la suerte de la segunda y la tercera. Cosas del ratón del cine español. Se olvidarán sus últimos años. Se recordará su sensual gloria. Y será ya para siempre María Luján o Soledad Moreno.

lunes, 8 de abril de 2013

Los expertos avisan de que la crisis traerá más problemas mentales

“Soy una madre mayor, no sé qué va a pasar con mi hijo cuando yo no esté”. Elisa Tórtola tiene 74 años y le preocupa quién atenderá a su hijo de 43, que padece esquizofrenia paranoide desde los 27, cuando ella “no esté en este mundo”. Esta valenciana ni siquiera se ve con fuerzas para seguir con la presidencia de la Asociación para la Salud Integral del Enfermo Mental (ASIEM). El temor de Tórtola es compartido por muchos familiares. El entorno cercano es un eje fundamental para el cuidado de los enfermos mentales más graves. La falta de recursos, mermados además por los recortes, lastra el desarrollo de la red pública de atención que se venía tejiendo desde la década de los ochenta, cuando se decidió el cierre de los psiquiátricos (antiguos manicomios) y se trasladaron las unidades de salud mental a los hospitales generales. Tragedias como la acontecida hace unos días en el Hospital Clínico de Málaga, donde un paciente agredió gravemente a otro en la unidad de agudos de salud mental del centro, han alertado sobre las consecuencias de los recortes. Precisamente en una comunidad en la que la red de atención es de las más desarrolladas del país, según los expertos. A falta de que la investigación abierta esclarezca lo sucedido, Conchi Cuevas, presidenta de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) en Andalucía advierte de que “es un fallo de la Administración por falta de recursos”. Y explica: “No puede haber dos personas contenidas mecánicamente (sujetas a la cama) en la misma habitación. Y menos sin vigilancia”. Ambas circunstancias contravenían el protocolo. Para Cuevas, este tipo de sucesos son puntuales —“no son más delincuentes”, subraya— . Pero considera además que este caso es un ejemplo de los riesgos derivados de los recortes. “Las unidades de agudos están colapsadas”, dice. La tijera amenaza la implementación del modelo comunitario, en el que el paciente es atendido por un equipo multidisciplinar (psiquiatras, psicólogos, asistentes sociales, enfermeras), y con prestaciones terapéuticas, psicoterapéuticas y rehabilitadoras individualizadas, bien en centros u hospitales de día o en el domicilio. La red estaba desarrollada de manera desigual en las comunidades autónomas y los recortes también son distintos. No hay datos que puedan cuantificar ni lo uno ni lo otro. “Es imposible saber la relación de camas por habitante o de psiquiatras por enfermo”, se queja Eudoxia Gay, presidenta de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN). “Con el soporte adecuado pueden hacer vida normal”, dice una psiquiatra Los enfermos, las organizaciones de familiares y de profesionales relacionados con la salud mental alertan, a falta de datos cuantificables, de lo que perciben en las consultas, en los servicios hospitalarios en los que trabajan o en sus casas. Hay merma de recursos, se despide personal eventual de las unidades de salud mental, hay menos camas, se reducen las subvenciones para asociaciones, se paraliza la investigación. En este sentido, Jerónimo Sáiz, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría, señala que “las camas son el punto crítico”. “Las unidades de media y larga estancia en los hospitales generales tienen necesidades no cubiertas”, asegura el también jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. Las consecuencias son graves, apuntan los expertos, en la calidad de vida de los enfermos y, por extensión, de su entorno. El estigma hace que la enfermedad mental sea prácticamente invisible, pero la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) estima, a partir de los datos de la Organización Mundial de Salud, que entre un 3% y un 4% de la población padece enfermedades mentales graves (esquizofrenia, trastorno bipolar y de la personalidad). “Con el soporte adecuado pueden hacer una vida bastante normal”, afirma Gay. El hermano de Conchi Cuevas es un ejemplo de ello. Tiene 50 años, padece esquizofrenia paranoide y lleva una vida “normalizada”, relata la representante de Feafes en Andalucía. No siempre fue así. Pasó más de dos décadas “delirando”, según Cuevas, “hasta que entró en una comunidad terapéutica, se le dio un tratamiento adecuado, no solo farmacológico, sino también terapia y empoderamiento”. “Ahora ha recuperado su propia vida. Si él, que ha pasado tanto sufrimiento, se ha recuperado, tengo la esperanza de que todo el mundo pueda. Pero para eso, los representantes públicos tienen que recuperar la cordura. No quiero oír más que la atención sanitaria es un gasto, es inversión”, zanja. La crisis resquebraja el modelo de atención comunitaria que ni siquiera “había terminado de desarrollarse”, según Gay. El presidente de Feafes, José María Sánchez, denuncia que otros recortes están afectando negativamente al tratamiento de la enfermedad mental. Así, Sánchez señala que el copago farmacéutico, la exclusión de los inmigrantes del sistema nacional de salud y los recortes en dependencia ahondan los problemas del colectivo. Si bien, los avances han ido acabando con aquellos centros. Entre un 3% y un 4% de la población sufre alguno de estos trastornos “La Ley de Dependencia desde el inicio ignoró en gran medida al enfermo psiquiátrico grave. Por ejemplo, a la esquizofrenia. Estaba poco puntuada y los pacientes recibían pocas ayudas”, recalca Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría. En este sentido, el doctor Sáiz señala que “algunas enfermedades mentales son invalidantes, con tendencia a recaer e incluso limitan el autocuidado”. Por eso Elisa Tórtola, madre de enfermo mental y presidenta de ASIEM, considera que el colectivo “está olvidado desde siempre”. “Con la dependencia llueve sobre mojado; ahora le bajan el grado a mucha gente y le quitan la prestación”, denuncia. El fin del modelo asilar previo a la reforma de 1986, en el que había mezcla de pacientes de diferentes edades y patologías en distintos grados en un solo centro, normalmente apartado de las ciudades, debía dar paso a una red de estructuras asistenciales, desde la unidad de salud mental en el hospital, hasta centros de día, atención domiciliaria o programas más avanzados como el asertivo-comunitario (basado en un seguimiento estrecho del médico, que busca al paciente y no al revés). El desmantelamiento de esta red dejándola en lo básico (las unidades hospitalarias) provoca que los enfermos recaigan con más frecuencia, a veces dejan la medicación y, en definitiva, acuden más a urgencias y aumenta el gasto sanitario, apunta el presidente de Feafes. “Se rompe el tratamiento continuado”, alerta Sánchez. Las organizaciones familiares también han sufrido los recortes Los resultados del informe Efectividad de un programa de tratamiento asertivo comunitario para pacientes con trastorno mental grave, publicado en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica y elaborado por los doctores José López-Santiago, Luis V. Blas y Mónica Gómez, que estudiaron durante meses a los enfermos que se sometían a esta terapia en el Hospital Universitario de Albacete, corroboran que este tipo de programas reducen los ingresos en un 60% y las visitas de urgencias en un 80%. Los autores consideran que el éxito del programa se debe a que la atención es “más intensiva, integral, comunitaria y centrada en las necesidades del paciente”, mientras que el tratamiento previo recibido se basaba fundamentalmente “en un modelo de consultas psiquiátricas ambulatorias en las que era el paciente el que tenía que adaptarse a las características del dispositivo”. Pese a que los resultados son positivos en términos económicos y de salud, aumentan la adherencia a la medicación y reducen las recaídas, estos programas personalizados son caros y son los primeros que sufren los recortes. “¿Quién va a estar pendiente de si se toma la medicación?”, se pregunta Tórtola. “Este problema existe pero nos callamos para no aumentar el estigma”, añade. La carencia de recursos para terapias personalizadas que impidan el abandono de la medicación ha sido una constante para las familias, en las que recae la responsabilidad de controlar y medicar a sus parientes enfermos. “No es que no queramos hacernos cargo, pero no somos especialistas”, alerta Sánchez, de Feafes. Los expertos avisan de que la crisis traerá más problemas mentales R. B., que prefiere permanecer en el anonimato, tiene un hijo de 34 años con trastorno de la personalidad. Durante años se ha encargado sola — “el padre se desentendió”, lamenta— de que se tomara sus pastillas. “Pero no puedo estar todos los días obligándole a tomarse la medicación”, relata con una voz cansada. Esta madre, residente en Valencia, se dice afortunada porque, desde hace unas semanas, una enfermera acude semanalmente a su domicilio a controlar la salud al enfermo. R. B. ha temido en ocasiones por la vida de su hijo. Y por la suya. Pero le resta importancia y subraya que lo que más le hace sufrir es ver cómo “se le pasa la vida” a su hijo. “No quiere ni salir de casa”, explica al borde del llanto. El rechazo social que sufren los enfermos mentales y sus familias es muy fuerte, dicen los afectados, tanto que en muchas ocasiones el silencio es autoimpuesto. Por eso, dice el doctor Sáiz, “es un colectivo poco reivindicativo e invisible”. Normalmente son las familias las que se asocian para intercambiar información y darse apoyo entre ellas. Pero la virulencia de los recortes lo ha hecho emerger a la esfera pública. “No podemos consentir que nos digan que no hay camas, ni pisos tutelados o que las listas de espera se alarguen tanto”, se enoja Cuevas. Las asociaciones de familiares y usuarios, que en ocasiones prestan servicios de apoyo allí donde la Administración no llega, también padecen la tijera presupuestaria. Bien lo saben en Valencia. “Se ha recortado drásticamente la atención a la recuperación y rehabilitación que se venía dando de forma casi totalmente privada por las asociaciones de familiares con ayudas parcialmente subvencionadas por Bienestar Social”, alerta Julián Marcelo, miembro de ASIEM. “Por falta de financiación no pueden ni sostenerse las ya escasas plazas de centros de media estancia, de centros de rehabilitación y centros de día. Sin hablar de los prácticamente desaparecidos programas de capacitación u orientación, incluso de los financiados con fondos europeos”, añade. La recesión económica no solo ha reducido los recursos de atención y promoción de la salud mental, sino que es “un caldo de cultivo”, según Gay, de la Sociedad española de neuropsiquiatría, para que aumenten los casos de depresión o ansiedad. Un 25% de la población, según señala el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, sufrirá algún tipo de enfermedad mental común a lo largo de su vida. El paro, la pobreza o la pérdida de la vivienda incrementan las posibilidades de que ese momento sea ahora. “Habrá que hacer un debate sobre cómo priorizar los recursos y reorientarlos allí donde son más necesarios”, concluye Miguel Bernardo Arroyo, presidente Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.

La juez envía a la cárcel al veterinario detenido por descuartizar a su mujer

La juez decretó este lunes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por un supuesto delito de homicidio para el hombre de 45 años acusado de matar a su mujer en Benijófar (Alicante), descuartizarla y mandarla incinerar,según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ). El detenido prestó declaración ante la juez en Torrevieja durante varias horas. Según fuentes judiciales, la juez de instrucción número 4 de Torrevieja se inhibirá a favor del juzgado de violencia de Orihuela competente por el lugar donde supuestamente sucedieron los hechos. El arrestado, de nombre Marcelo y gerente de una clínica veterinaria en Benijófar donde trabajaba su mujer, también argentina y de 46 años, se presentó el pasado viernes en el cuartel de la Guardia Civil de Almoradí con las cenizas de su esposa, y confesó que la había descuartizado, pero alegó que murió por una ingesta de medicamentos, ya que sufría depresiones frecuentes, según explicó. Los agentes de la Benemérita le detuvieron por un supuesto delito de homicidio. El supuesto agresor trasladó los restos de su mujer, ya descuartizados, desde la clínica a su domicilio en la localidad de Dolores, también en la comarca de La Vega Baja de Alicante. Una vez allí contactó con la empresa que habitualmente incinera los animales sacrificados en su clínica anunciándoles que iría a depositar los restos de un perro de gran tamaño. La empresa recogió las bolsas con los restos para su incineración, sin comprobar el contenido porque se trataba de “un cliente habitual”, según explicaron fuentes policiales. El macabro crimen ha conmocionado a los vecinos de esta localidad que conocían a esta pareja que “se llevaba bien” y que recaló en este municipio hace dos años, según algunos testimonios. Además, no había ninguna denuncia previa de malos tratos. Pero los investigadores barajan varias hipótesis sobre el crimen de esta mujer. Una de ellas es que habría fallecido mientras él le practicaba una operación para ayudarle a adelgazar, ya que las depresiones que sufría la víctima, al parecer, estaban motivadas en su sobrepeso. Sin embargo, el detenido, y ahora encarcelado expuso a los agentes de la Guardia Civil que encontró a su pareja muerta en el interior de la clínica veterinaria que regenta en la madrugada del pasado 28 de marzo, el pasado Jueves Santo. El hombre atribuyó su muerte a una ingesta masiva de una medicación que se hallaba en la clínica veterinaria y aseguró que había intentado “reanimarla durante varias horas sin éxito”. Sin embargo, en vez de llamar a la Policía y notificar el suceso, supuestamente, optó por descuartizarla, primero en la clínica y luego en una casa de campo. Fuentes próximas al caso aseguraron que el cadáver a trozos de la mujer pudo haber estado “tres días en el maletero del vehículo” del detenido antes de ser llevado a la incineradora. Ya que la muerte se produjo el día 28 y el aviso a la incineradora no llegaría hasta el 31 de marzo. La presión de los dos hijos de la pareja, de origen argentino, que preguntaron en varias ocasiones al hombre por su madre y éste les respondió que estaba de viaje, motivó al final que éste optara por confesar el crimen. Pero, con los únicos restos de las cenizas la víctima, determinar el motivo de la muerte de esta mujer será complicado, según admiten fuentes policiales, que mantienen abiertas todas las hipótesis: suicidio, negligencia médica o incluso un crimen pasional frío y bien planificado en el que no hay restos sobre cómo fue su muerte.

Thatcher falleció este lunes a causa de un infarto cerebral.

Adorada y odiada a partes iguales, firme y polémica. Margaret Thatcher, conocida como la 'Dama de Hierro', falleció este lunes a causa de un derrame cerebral, cuando tenía 87 años. Thatcher fue la dirigente que más años ha estado al frente del Gobierno británico Atrás quedó una vida marcada por la política, honores como el de ser la única mujer que ha desempeñado el puesto de primera ministra en Gran Bretaña, y unos últimos años deteriorados por la enfermedad (en 2008 se supo que padecía demencia senil). Thatcher fue primera ministra de Gran Bretaña de 1979 a 1990, lo que la convierte en el premier que más tiempo ha estado al frente del Ejecutivo de su país durante el siglo XX. Nació en Grantham, Gran Bretaña, el día 13 de octubre de 1925 como Margaret Hilda Roberts, en el seno de una familia de comerciantes de ultramarinos de ideología conservadora. Licenciada en Ciencias (1947) y en Derecho (1951) por la Universidad de Oxford y especializada en Derecho Fiscal, en 1954 fue admitida en la prestigiosa asociación de abogados Lincoln's Inn. En 1959, tras dos fallidos intentos en 1950 y 1951, fue elegida miembro de la Cámara de los Comunes por el Partido Conservador en el distrito de Finchley, barrio londinense de clase media. En 1964, con su partido en la oposición, fue nombrada portavoz de su grupo en los Comunes, puesto que mantuvo hasta 1970. En junio de ese año fue nombrada ministra de Educación y Ciencia en el gobierno de Edward Heath y cinco años después, el 11 de febrero de 1975, fue elegida líder del Partido Conservador, convirtiéndose en la primera mujer al frente de esta formación. Hubo de esperar hasta mayo de 1979 para ser elegida primera ministra de Gran Bretaña, un puesto que no abandonaría hasta 1990 después de ser reelegida en los posteriores comicios de 1983 y 1987. La recuperación de la crisis En las dos primeras legislaturas transformó la imagen de Gran Bretaña. La economía y la industria se recuperaron de la crisis, con un crecimiento económico anual del 4%, pero su liberalismo económico provocó grandes brechas en el Estado de bienestar. Pese a las protestas populares, favoreció la privatización de las empresas públicas, redujo el poder de los sindicatos (huelga de mineros en 1984) y mantuvo un pulso con el ayuntamiento de Londres, que acabó suspendiendo en 1986. En julio de 1989 se enfrentó a la mayor protesta social en sus 10 años de gestión. Otra importante crisis para el gobierno fue la muerte de diez activistas del IRA en 1981, durante una huelga de hambre para conseguir un estatus político en Irlanda del Norte. Euroescéptica y neoliberal También durante su mandato se produjo la Guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido, debido a la ocupación de las islas por el Ejército argentino el 2 de abril de 1982. La contienda duró 74 días y la victoria británica significó el reforzamiento de la figura de Thatcher en el interior y exterior del país. Además, merece resaltarse su declarado euroescepticismo, que ralentizó la construcción de la UE. En diciembre de 1989 se cuestionó por primera vez su liderazgo entre los tories, aunque fue reelegida, pero en 1990, el llamado "poll tax", un impuesto municipal, hizo batir su récord de impopularidad y el 20 de noviembre de ese año el Partido Conservador la cuestionó de nuevo. La impopularidad del 'poll tax' marcó el declive de su mandato Derrotó a su único oponente por sólo cuatro votos, lo que exigía otra votación, y el 22 de noviembre, presentó su dimisión como primera ministra a la Reina para mantener la unidad de su partido. El 28 de noviembre de 1990 fue formalmente sustituida en la jefatura de Gobierno y del Partido por su ministro de Economía, John Major, y pasó a ocupar su escaño de diputada por Finchley en los Comunes hasta el término de esa legislatura, en 1992. En junio de este año se incorporó a la Cámara de los Lores, tras ser investida baronesa de Kesteven. Desde entonces, se dedicó a sus labores parlamentarias, al dictado de conferencias por el mundo y a sus trabajos para la Fundación Thatcher. En octubre de 1999, durante el congreso del Partido Conservador, pronunció su primer discurso desde que dejó el Ejecutivo y, una vez más, arremetió contra el laborismo, el europeismo y la política británica en el caso Pinochet, que un año antes había sido detenido en Londres. Tras sufrir un ataque de apoplejía en la Navidad de 2001, en marzo de 2002 su oficina anunció que no pronunciaría más discursos. El 13 de octubre de 2005 celebró su 80 cumpleaños con una fiesta a la que asistieron, entre otras personalidades, la reina Isabel y el primer ministro, Tony Blair. Desde el fallecimiento de su esposo, el 26 de junio de 2003, su salud se fue debilitando.