miércoles, 24 de septiembre de 2014

El pederasta daba a las niñas chucherías con tranquilizantes

El Mundo publica que el presunto pederasta de Ciudad Linel, arrestado ayer en Cantabria, metía tranquilizantes en las golosinas con las que drogaba a sus víctimas. De este modo, conseguía engañarlas y al estar bajos los efectos del lorazepam, las víctimas perdían la consciencia y luego no recordaban nada de lo sucedido. El informe policial señala, citado por este diario, informa de que, el presunto pederasta, “aprovechaba el uso de narcóticos sedantes con principios activos como Lorazepam para anular la voluntad de las menores y perjudicar su recuerdo”. Añade, “las consecuencias de tomar este psicofármaco, que se utiliza para tratar estados de ansiedad y siempre bajo prescripción médica, son sobre todo la sedación.” Según El Mundo, el presunto pederasta, Antonio Ángel Ortiz Martínez, de 42 años, habría utilizado narcóticos al menos en tres casos para cometer los abusos en la calle de Santa Virgilia, en el madrileño barrio de Hortaleza. Una detención que alivia a los vecinos del barrio de Hortaleza El detenido acumula una larga lista de hechos delictivos entre los que se cuenta el abuso sexual de una menor de unos 7 años en los años 90. Esto no se desvía mucho del perfil que se había diseñado sobre él. Los investigadores aseguraban que el agresor era una persona que conocía “muy bien” la forma de actuar de policías e investigadores forenses, sus procedimientos, ya que se cuidaba de no ser captado por cámaras de seguridad ni rondar calles demasiado transitadas para que no le reconocieran. Esta hipótesis coincide con su largo historial delictivo ya que parece haber ido mejorando la técnica de sus agresiones con el paso de los años, sabiendo evitar a las autoridades. Ortiz acumula delitos de detención ilegal, violencia de género, secuestros, agresión sexual y robos con violencia. Sabe pasar desapercibido a pesar de que es una persona “violenta” y se le relaciona con alguna banda de organización delictiva. El sospechoso de ser el depredador sexual que ha conmocionado a la sociedad en los últimos meses por su brutalidad y frialdad con sus pequeñas víctimas ha sido calificado de pederasta “no preferencial” porque según las autoridades Ortiz no vigilaba días antes a sus víctimas, no tenía relación con las niñas ni planeaba sus secuestros. Descrito como el enemigo público número 1 de Madrid, el supuesto pederasta de Ciudad Lineal está de camino a Madrid donde es previsible que el viernes pase a disposición judicial. Los agentes ya están registrando los tres pisos que ha utilizado tanto para dormir como para refugiarse. Este hombre era un gran apasionado de las artes marciales y del culturismo y entre sus “trabajos” se contaba la actividad mercantilista de compraventa de coches y el cobro a morosos por encargo.

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