Al menos 28 ciudadanos belgas, entre ellos 22 niños, han muerto en un accidente de autobús ocurrido en la madrugada del miércoles en la localidad suiza de Sierre (sur del país), según ha informado la Policía. Otros 24 niños, todos ellos en torno a los 12 años, han resultado heridos.
El autobús, en el que viajaban 52 personas, se ha estrellado contra la pared de una de las salidas de emergencia de un túnel en el cantón de Valais, cerca de la frontera con Italia. Aún se investigan las causas del accidente, en el que no se ha visto involucrado ningún otro vehículo. Según las primeras informaciones, podría tratarse del peor accidente de carretera en el país.
Los niños son alumnos de dos colegios de las localidades de Lommel y Heverlee (en el norte de Bélgica) y regresaban a casa tras disfrutar de unas vacaciones escolares de esquí en el valle de Anniviers, en los Alpes suizos.
La agencia de noticias SDA-ATS ha informado de que dos conductores murieron en el accidente y de que los heridos están siendo tratados en cuatro hospitales de la zona. Los más graves están ingresados en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud (Lausana) y en el hospital de la Isla de Berna, la capital del país.
Los equipos de rescate, a la entrada del túnel. / D. BALIBOUSE (REUTERS)
Se espera que las familias de las víctimas lleguen al lugar del accidente a lo largo de la mañana. A estas horas se han ido reuniendo en Valais, acompañados por un grupo de psicólogos. "Este drama afecta a todo el territorio belga", ha dicho el embajador de Bélgica en Suiza, Jan Luykx. "La magnitud del accidente es difícil de digerir".
El comandante de Policía de la localidad suiza ha dado una rueda de prensa esta mañana para informar de lo sucedido y de cómo se desarrollan las labores de rescate. El agente ha asegurado que se trata de una tragedia "sin precedentes" y que incluso los miembros más veteranos de los equipos de rescate están "muy afectados".
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