viernes, 12 de julio de 2013
Los 17 hechos probados por los que Bretón es culpable
El veredicto conocido este viernes por el que el jurado popular considera a José Bretón culpable de la muerte de sus dos hijos, Ruth y José, constituye un detallado relato de cómo preparó y ejecutó el plan para deshacerse de los pequeños y de cómo después intentó hacer creer que los había perdido. Un relato estructurado en 21 puntos, que el jurado ha valorado uno por uno, dando por probados por unanimidad 17 de ellos. Una venganza En septiembre de 2011, Ruth Ortiz le planteó a su marido, José Bretón, que quería separarse de él y quedarse a vivir en Huelva con sus dos hijos, de seis y dos años. Fue entonces cuando él, "como venganza contra su esposa", ideó "dar muerte a los niños". El veredicto habla de una personalidad "refractaria a la frustración" y de un "carácter rencoroso". El momento y el lugar El ya condenado decidió que el mejor sitio para llevar a cabo su plan era una finca que sus padres tenían en Córdoba, conocida como Las Quemadillas, y que el día sería el 8 de octubre de 2011, aprovechando que le tocaba estar con los niños. El texto recoge que fue por ello que se negó a un cambio en las fechas que le había sido propuesto. Tranquilizantes Hacía unos años, Bretón había sido tratado por un psiquiatra. Tras contactar con él recientemente, le había recetado unos tranquilizantes que compró el 29 de septiembre, "para una vez llegado el momento, poder adormecer e incluso matar a sus hijos con toda facilidad". Leña y combustible "Con la intención de hacer desaparecer los cuerpos", en septiembre y octubre Bretón hizo acopio de leña y compró gasóleo "en grandes cantidades". Coartada Para tener datos que ofrecer sobre "la supuesta pérdida de los menores", llegó a llevar a cabo "una especie de experimento con sus sobrinos". El 6 de octubre los dejó solos durante un momento cuando los llevaba al colegio. La víspera de los hechos Un día después, Ruth y José fueron recogidos por su padre en Huelva y llevados a Córdoba. Se quedaron en casa de su tía mientras él se acercaba a la finca "a fin de sacar del maletero del coche y dejar las garrafas de combustible que había comprado esa misma mañana en Huelva". Quedadas ficticias "Para dar mejor cobertura a la simulación de extravío de sus hijos", Bretón propuso a sus hermanos pasar la tarde del 8 de octubre en la Ciudad de los Niños, un parque infantil de Córdoba, "aunque sin concretar completamente la cita". También engañó a su madre cuando le dijo que había quedado a comer con unos amigos. La mañana del 8 de octubre El condenado pasó la mañana del día de autos en casa de su hermana, encargado de sus hijos y sus sobrinos, mientras ella hacía la compra con su marido. Cuando regresaron, su cuñado les llevó a casa de los abuelos. En ese momento fue cuando Bretón hizo creer a su familia que iba a comer con unos amigos y Ruth y José se fueron con él. Suministro de pastillas. Tras dejar la casa de sus padres, Bretón se dirigió con su vehículo a la finca Las Quemadillas, "suministrándoles a los niños durante el trayecto, o al llegar a la misma, un número indeterminado de pastillas de los tranquilizantes Motiván y Orfidal, para facilitar su adormecimiento total y/o su muerte". Llamadas previas Ya en la finca, "sobres las 13.48 horas", llamó por teléfono a su mujer, pero no logró hablar con ella, "por lo que decidió seguir con su propósito criminal". La hoguera El veredicto apunta a un plan previsto y meditado, conforme al cual preparó "una especie de pira funeraria", en una zona no visible desde el exterior de la propiedad. En ella "colocó los cuerpos de sus hijos (...) sin que pueda determinarse si ya estaban sin vida o todavía no habían fallecido". Entonces prendió una gran hoguera, que llegó a alcanzar temperaturas de hasta 1.200 grados, "logrando un efecto similar a un horno crematorio". "Las partes blandas de los cuerpos de los niños desaparecieron rápidamente, quedando únicamente unos restos óseos", relata el documento. Avivar las llamas Las siete mujeres y dos hombres del jurado consideran probado que Bretón permaneció junto al fuego hasta las 17.30, alimentándolo de gasoil "para mantener la elevada temperatura que permitiera la total calcinación y desaparición de los cuerpos". Su condición de padre Bretón "acabó con la vida de sus hijos", y para ello se valió de su condición de padre, de su mayor fortaleza física, de la confianza que los niños tenían en él y de su autoridad sobre ellos. Llegada al parque Después de lo expuesto hasta el momento, condujo hasta el entorno de la Ciudad de los Niños. Tras haber aparcado en las inmediaciones sobre las 18.01 horas, hizo creer a su hermano y a su madre que estaba en la zona con sus hijos. La supuesta desaparición Cerca de unos 20 minutos después, cuando consideró que había pasado tiempo suficiente para "hacer creíble la ficticia desaparición" de sus hijos, llamó otra vez a su hermano para decirle que había perdido a los niños. Este y su cuñado acudieron al lugar en el que se encontraba para iniciar la búsqueda. Llamada a emergencias y denuncia Sobre las 18.41, Bretón llamó al 112 para comunicar la desaparición de Ruth y José y dos horas después presentó una denuncia en comisaría, "pese a conocer perfectamente que no había existido tal desaparición en el parque, sino que él había dado muerte previamente a sus mencionados hijos". Restos óseos Los huesos analizados proceden de la hoguera encendida por Bretón en Las Quemadillas y pertenecen a los cuerpos de dos niños de seis y dos años. "Puede concluirse racionalmente que tales restos óseos (...) proceden de los cuerpos sin vida de Ruth y José". Coste de las investigaciones Las actuaciones realizadas a raíz de la denuncia de desaparición que hizo Bretón han costado en total 165.400 euros, que han pagado el Ministerio del Interior, la empresa Cóndor Georradar y el Ayuntamiento de Córdoba. Hechos no probados El jurado no considera probado sin embargo que el 8 de octubre por la mañana Bretón acudiera a Las Quemadillas para comprobar que no había vecinos o cualquier imprevisto que le pudiera impedir ejecutar el plan ni que tirara a la basura tres bolsas con ropas y efectos que le pudieran incriminar. Tampoco cree que no pueda determinarse que los restos óseos analizados procedan de la hoguera encontrada en la finca. Después de este exhausto análisis de lo ocurrido, el jurado desestima el vigésimo primer y último punto, que hace referencia a la versión expuesta por Bretón. En ella insiste en que perdió a los niños en el parque "sin que a día de hoy se conozca su destino o paradero ni qué ha sido de ellos".
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1870358/0/claves-veredicto/jose-breton-culpable/ninos-cordoba/#xtor=AD-15&xts=467263
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