martes, 28 de enero de 2014
Chromecast, la llave de internet para el televisor
El Chromecast de Google se está convirtiendo rápidamente en EE UU en el dispositivo para consumir desde el sofá contenido audiovisual en alta definición que distribuyen plataformas como Netflix, Youtube o Vevo, utilizando el teléfono móvil, la tableta o el portátil como control remoto. El artilugio, del tamaño de un llavero es una alternativa seria a Apple y Roku, tanto por su precio como por su simplicidad, aunque tiene limitaciones.
La puesta en marcha es muy sencilla. Se conecta el artilugio al HDMI de la pantalla y el cable que le da la corriente a la clavija USB —o al enchufe de la pared— y el dispositivo de Google para consumir contenido digital está listo para funcionar. Así de simple. Solo hay que cambiar después el input del monitor y sincronizarlo con la red wifi para que el Chromecast se pueda emparejar a la tableta o al teléfono interactivo.
Si la puesta en marcha es fácil, también su uso. Antes debe haberse instalado en el teléfono, la tableta o en el ordenador la aplicación que permite completar el proceso. Es una obviedad, pero es un paso fundamental. Lleva como mucho cinco minutos. El aparato es tan pequeño que se oculta perfectamente tras la televisión. Y su precio hace difícil las comparaciones: 35 dólares (25,6 euros).
Con respecto a las pegas, para el que tenga una televisión interactiva, una consola de última generación o un dispositivo como el AppleTV o el Roku, el Chromecast puede aportarle más bien poco. Las aplicaciones que pueden utilizarse no llegan a la quincena y algunas, como Pandora, Hulu o Netflix, no funcionan en España.
El precio bajo puede llevar a pensar que el Chromecast es un producto substandard. Pero si se tiene en cuenta sus limitaciones en este momento y se piensa que en breve habrá más aplicaciones disponibles, es una alternativa que hay que plantearse, sobre todo si se es usuario de Play Music o Play Movies de Google. Entonces, todo cambia y es muy posible que sea un sustituto hasta del abono a la televisión por cable.
Con todo sincronizado, en lo único que hay que fijarse después es en el icono con forma de pantalla y señal de wifi que aparece en la aplicación del dispositivo móvil. Se toca con el dedo y el contenido que aparece en la tableta o el teléfono pasa a la televisión. Lo mismo se puede hacer con el navegador Chrome instalado en el ordenador personal, lo que te permite ver vídeos en páginas web en la gran pantalla frente al sofá.
Al manejarse el Chromecast desde el dispositivo móvil a través de la red wifi, es más cómodo que controlar la televisión interactiva desde el mando a distancia. La calidad de los canales permitidos por Google es tan buena como la de sus rivales más caros. Y al ser un espejo del ordenador en la televisión, el usuario también puede ver vídeos que las cadenas cuelgan en Internet.
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