Aunque cuesta creerlo, estas plantaciones de monocultivos madereros certificados con el sello FSC, invaden y deforestan zonas donde a los babuínos les es imposible alimentarse de manera equilibrada. Ante la falta de nutrientes, se ven obligados a morder la corteza de los árboles para chupar la resina de los pinos.
Según denuncia Salva la Selva, en Sudáfrica, las plantaciones industriales certificadas se extienden sobre una superficie de 1,3 millones de hectáreas. Para plantar especies exóticas de pinos y eucaliptos se destruyen los ecosistemas locales. Los animales pierden su hábitat y también las personas se ven obligadas a entregar sus tierras para dar paso a filas interminables de árboles industriales, por lo que piden que se retire el certificado ambiental a estas plantaciones.
Desde el Partido Animalista PACMA proponemos una conciencia medioambiental donde se tengan en cuenta los intereses de todos los animales. Un sello que certifique la responsabilidad ecológica de una producción, debe inevitablemente tener en cuenta también a los animales. Rechazamos por tanto este falso ecologismo en el que sólo son considerados determinados factores y no a todos los seres sintientes que habitamos en el planeta.
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