Los médicos de familia están molestos con el Servicio Andaluz de Salud al que culpan de ejercer presión para que hagan menos recetas. Los facultativos consideran que aunque existe libertad de prescripción, la Junta los obliga a recetar los medicamentos más baratos. “Esto es una inmoralidad porque además a los farmacéuticos les están pagando solo el más barato”, reconoce Cristóbal Fernández, representante de Atención Primaria del Sindicato de Médicos de Almería. Aumento de las inspecciones Los galenos se quejan de un aumento de las inspecciones para revisar las prescripciones debido a la “obsesión” por ahorrar y controlar a los médicos que firman más recetas que la media o se exceden en las derivaciones de pacientes al especialista. “Antes los inspectores eran más dialogantes con los médicos, pero actualmente al repercutir en el salario la presión es mayor”, comenta Juan Vergel, responsable de Sanidad de Comisiones Obreras en Almería. Cristóbal Fernández reconoce que hay “presión y que debería estar prohibido regirse por el precio de los medicamentos”. Además, este facultativo comenta que “los médicos tenemos que ser honrados con nosotros mismos y como profesionales solo tenemos que defender a nuestros pacientes”. Aunque claro, pertenecen a una empresa llamada Servicio Andaluz de Salud y aunque “no vamos a tirar piedras contra nuestra propia empresa, pero la salud es lo que prima”. “Entre la espada y la pared” Los médicos aseguran encontrarse entre la espada y la pared. Por un lado, está la presión del SAS que los insta a que no superen ciertas tasas de prescripciones y que receten los más baratos. Si se pasan de los límites establecidos, no cobran la prima de productividad anual que puede llegar hasta los 7.000 euros. “El dinero no podemos negar que nos viene bien, pero la dignidad profesional y el respeto al paciente está por encima de todo”, espeta Fernández. En la misma línea se muestra el responsable de Sanidad de UGT en Almería, Juan Carlos González, que reconoce que “hay una contención del gasto farmacéutico, pero ninguna administración puede limitar que un médico no recete, debe prescribir lo necesario porque el código deontológico de un médico le hace que vele por encima de todo por su paciente”. Además, esta inquietud de perder la prima se une a la dignidad profesional y a la presión ejercida también por los pacientes que quieren seguir con sus medicamentos habituales. “Hay que respetar al paciente, pero se producen situaciones violentas e incluso amenazas porque muchos piensan que somos los responsables de que le recetemos el medicamento más barato”, manifiesta el vocal del Sindicato Médico. Fuentes de la Delegación de Salud aseguran a La Voz de Almería que “es cierto que existe una política de impulsar la prescripción por principio activo para recetar medicamentos más baratos y se intenta buscar el ahorro farmacéutico, pero el médico tiene libertad absoluta para recetar”.
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