lunes, 27 de mayo de 2013
La deportista holandesa y su novio fueron asesinados tras una disputa de “negocios”
Dos semanas después de la desaparición en Murcia de la deportista holandesa Ingrid Visser y su pareja, la policía dio este lunes el caso por “resuelto”, aunque queda por conocer el móvil del asesinato y de esta “desaparición inquietante”, como la calificó desde las primeras horas. Los cuerpos de la pareja fueron hallados el domingo por la noche enterrados “de manera muy precaria y bajo tierra y ramas” en una zona de huerta de Murcia. Ambos habían sido descuartizados, pero deberá ser la autopsia forense la que determine las causas de su muerte.
La conocida jugadora de voleibol, internacional con Holanda, no había vuelto a su casa en Amsterdam tras viajar a Murcia con su pareja, supuestamente, “a una cita médica”. Según la versión de la familia, habían viajado “solo para un tratamiento médico” en una clínica de fertilidad, “no tenían enemigos” y “no contaron que vinieran a España para otra cosa”.
Paraje donde fueron encontrados, semienterrados, los cuerpos de los holandeses. / Israel Sanchez (EFE)
Ingrid Visser, de 36 años, y su novio, Lodewijk Severin, de 57, fueron vistos por última vez la tarde del 13 de mayo cuando salían del hotel Churra-Vistalegre de Murcia. La alerta sobre su desaparición fue dada el 15 de mayo, día en que debían volar de regreso a su país.
Una semana después la policía localizó el Fiat Panda alquilado con el que se desplazaban por Murcia. Estaba “perfectamente aparcado” en una zona céntrica de la ciudad y no había sido forzado. Fuentes de la investigación señalan que las cámaras de videovigilancia de una empresa de la avenida de Juan Carlos I los registraron el día 14.
En un principio los investigadores barajaron varias hipótesis, que fueron reconducidas a una sola el pasado viernes, cuando obtuvieron datos que indicaban la posibilidad de que los desaparecidos hubieran acudido a una vivienda situada en el término municipal de Molina de Segura.
Los investigadores de la Policía Judicial de Murcia y el Grupo de Homicidios de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) condujeron hasta una casa situada a 15 kilómetros de la capital, donde hallaron signos de que allí se había producido una escena “especialmente violenta”. Esa pista condujo este lunes a la detención en Valencia del español Juan Cuenca Lorente, de 36 años, y, después, de los rumanos Valentin Ion, de 59 años, y Constantin Stan, de 47.
Cuenca fue durante varios años gerente y director técnico del Club Atlético Voleibol Murcia 2005, en el que militó la fallecida Ingrid Visser, según fuentes de la investigación.
El jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, explicó este lunes que “los holandeses se dieron cita” con los tres detenidos en esa casa alquilada circunstancialmente de la localidad de Molina de Segura y “por motivos de negocios” todavía no aclarados.
La prensa holandesa lleva dos semanas con esta noticia en sus portadas debido a la gran actividad que han llevado a cabo los familiares de Visser y Severin desde el primer día. Convocaron una rueda de prensa en la ciudad, nombraron un portavoz oficial, pegaron carteles con sus fotos y hasta activaron una web y una cuenta de Twitter. Pedían la colaboración de los murcianos que pudieran ofrecer cualquier pista sobre el paradero de la pareja.
Según la portavoz familiar, la abogada Miriam Van de Velde, Ingrid y Lodewijk eran “una pareja muy normal, con buenas relaciones familiares” y sin enemigos. La abogada no quiso en ningún momento señalar cuál era la actividad profesional de ninguno de los dos. Visser estaba relacionada con la ciudad de Murcia porque fue, entre los años 2009 y 2011, jugadora central del equipo de Voley CAV Murcia 2005.
Tras el hallazgo de los cadáveres, las familias de las víctimas han señalado, a través de su abogada, que están “destrozadas”. En una breve carta, los familiares dicen estar conmocionados, pese a que aún quedan por realizar pruebas de ADN que confirmen que los cadáveres corresponden a la pareja holandesa.
Ingrid Visser fue jugadora internacional con la selección de los Países Bajos en más de 500 ocasiones y militó en el CAV Murcia 2005 entre los años 2009 y 2011. Muy conocida en su país, también jugó en otros equipos de la Liga española como el CV Tenerife Marichal y el Hotel Cantur Las Palmas.
Un exdirectivo del club donde jugó la fallecida está detenido
J. R. / Murcia
Unas “desavenencias” de tipo económico fueron el móvil del homicidio de la pareja holandesa, según indicó el jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, en el curso de una rueda de prensa. El comisario no dio ningún detalle más sobre el origen de esas desavenencias entre las víctimas y los presuntos agresores.
Las pesquisas llevadas a cabo hasta ahora señalan que los holandeses viajaron a Murcia por algo más que una consulta médica. Se reunieron con los presuntos homicidas en una casa de Molina de Segura por “motivos de negocios”. Algo sucedió en aquella vivienda que hizo que entre ambas partes se produjera un altercado que acabó con la muerte de la exjugadora de voleibol y su pareja.
Las víctimas estuvieron con sus presuntos homicidas al menos dos días: el 13 y el 14 de mayo. Según fuentes policiales, murieron de forma muy violenta y los autores del crimen trataron de hacer desaparecer sus cadáveres enterrándolos en un limonar situado junto a una vivienda de la calle de Serafín de Alba, en la pedanía murciana de Alquerías. El comisario Durán recalcó que “las autoridades holandesas han aportado los contactos de Ingrid Visser en su época de jugadora” en la Región de Murcia, lo que ha sido muy útil para el desarrollo de las pesquisas. “Con esto no quiero decir que esté involucrado el club de voleibol, sino que estoy hablando de sus relaciones durante el tiempo que estuvo en Murcia”, agregó el mando policial.
Llevaba las cuentas
El valenciano Juan Cuenca Lorente, uno de los tres detenidos, fue durante varios años gerente y director técnico del Club Atlético Voleibol Murcia 2005, propiedad del empresario murciano Evedasto Lifante. Le fichó cuando estaba en el Universidad de Valencia Voley y hasta que cerró el equipo, hace ahora dos años por la crisis, Cuenca llevó las cuentas del club.
Era la mano derecha de Lifante y aparecía como el delegado del equipo en el listado de la Real Federación de Voleibol de España. El mundo del deporte murciano lo conocía como la persona que regentaba el club en el que militó la holandesa Visser entre 2009 y 2011. En los años finales de la andadura deportiva de los equipos de voley y fútbol que gestionaba con Lifante, algunos jugadores denunciaron a la entidad por impagos. También lo hicieron varios hoteles de la ciudad de Murcia a los que el CAV Murcia 2005 adeudaba importantes sumas de dinero, entre ellos el Hotel Churra donde se hospedó la pareja holandesa asesinada.
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