domingo, 4 de julio de 2010

Nadal ya es el nuevo rey de Wimbledon


Alejandro Delmás | 05/07/2010

Cuando todo terminó, con el sensacional winner cruzado de derecha, sobre la última subida desesperada de Berdych, Rafael Nadal Parera, dos veces campeón de Wimbledon, estaba solo. En la hierba y bajo la brisa del All England, bajo la estupenda ovación del público más entendido del mundo. Pero Rafa estaba solo, él, con su raqueta y sus recuerdos: el más reciente, la visión centelleante de la bola que había disparado desde la altura del hombro. El tiro de gracia para el gigante Berdych.

La bola Slazenger había aterrizado, eléctrica, a contrapié de Berdych. El árbitro, Jake Garner, cantaba "juego, set, partido". Se emocionaba Tío Toni Nadal; lloraba lagrimitas la novia de Rafa, María Francisca y rebozado en el pasto, entre el verde oscuro de Wimbledon, en el Cuatro de Julio, Rafael Nadal se dejaba transportar por una nube de recuerdos...

En la bruma verde de la Centre Court flotaban y se despedían el sofá hogareño de Manacor desde el que Rafa tuvo que ver la final Federer-Roddick, hace un año. Las inyecciones y las máquinas para las rodillas. La rotura abdominal de EE UU en agosto de 2009. El descenso en el ranking hasta el número cuatro. La beatificación de Federer, la lesión de Australia: sombras y cenizas. Del sagrado pasto de Wimbledon se elevó Rafael Nadal: por segunda vez, con la Copa de oro que le proclama campeón del mundo para el All England Club.

Tras dos horas y 13 minutos de final, Rafael Nadal dobla por segunda vez título en París y Londres ("la final de Roland Garros fue el partido más importante del año", admite Toni). Y, con el 6-3, 7-5 y 6-4 a Berdych, reducido al 59% de primeros servicios, Nadal sigue cada vez más de cerca a Bjorn Borg, con el récord de Grand Slams a los 24 años: diez. Nadal, ya con ocho Grand Slams, puede igualar esa plusmarca del Vikingo de Oro, si conquista Nueva York y, de nuevo, Australia.

El primer español doble campeón de Wimbledon es un analista ecuánime. Con su derecha masiva, plana o con topspin, Rafa enciende un polvorín: los reveses cortados afilados, ataques por sorpresa, restos ganadores Nadal muta y desnuda tácticamente al rival.

El servicio (69% de primeros, cinco aces) ya le protege: "Es mucho más difícil de restar de lo que la gente cree", dijo Murray, que cambiará de entrenador para intentar batir a Nadal. Rafa ha ganado 31 de sus últimos 32 partidos, con los tres Masters en tierra, Roland Garros y Wimbledon. En aquel último tiro, en la estupenda ovación del All England iban los recuerdos y lágrimas de Rafael Nadal Parera. El número uno. Y en el Edén de Wimbledon, el más duro.

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