jueves, 19 de abril de 2012
Cuidado con perder el DNI
Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a un hombre de 33 años Francesc F.G., vecino de Barcelona, que se dedicaba a robar la documentación de varios usuarios de gimnasios. Forzaba las taquillas, y una vez que conseguía los papeles, se hacía pasar por sus víctimas - pedía copias de la declaración de Hacienda, certificados de vida laboral o de empadronamiento - para a continuación solicitar préstamos bancarios y tarjetas de crédito para comprar en centros comerciales.
Se le han imputado los delitos de estafa, usurpación de estado civil y apropiación indebida, y ha podido dejar un «agujero» de 21.000 euros.
La investigación sigue abierta y todavía no se sabe el número total de víctimas. Como este caso de robo de identidades hay muchos, cada vez más.
Alvaro G., tiene 35 años, es ingeniero y suele viajar mucho. En un hotel alguien se hizo con la fotocopia de su DNI y utilizaron su nombre para abrir cuentas «on line» bancarias, de telefonía, y de casas de apuestas. «En internet es muy fácil conseguirlo. Te quitan dinero y luego es un infierno darte de baja», dice este valenciano.
Gastó 1700 euros en abogados para demostrar su inocencia
En Vigo, Roberto D., un día fue a solicitar un crédito rápido a una empresa y dejó su datos personales. Finalmente descartó pedir el dinero pero dos años después descubrió que alguien se había hecho pasar por él. Le llamaron del banco y le dijeron que debía 21.000 euros en joyas y relojes. Se tuvo que gastar 1.700 euros en abogados para demostrar su inocencia y salir del listado de morosos.
Mafias que trafican con identidades
Una historia más surrealista fue la de Noelia Carmena, una joven a la que le robaron el DNI en el metro de Madrid en 2006 y que terminó implicada en mafias dedicadas en matrimonios de conveniencia. La chica estuvo detenida casi 24 horas y fue juzgada por los delitos de suplantación de personalidad, estafa y falsificación de datos. Se le acusó de haber cobrado 3.500 euros por haber pactado una boda de conveniencia para que un inmigrante obtuviera la residencia.
Pero el caso más sangrante sobre robo de indentidades lo hemos vivido hace muy poco. El infierno padecido por el lavacoches catalán Óscar Sánchez que ha pasado 626 días en prisión en Italia acusado por un delito de tráfico de drogas que en realidad fue cometido por un delincuente que usurpó su identidad. En este ocasión, Oscar no fue víctima de un robo si no que él mismo vendió su DNI a una mujer que después se lo entregó a un mafioso uruguayo que utilizó su carnet para registrarse en varios hoteles y realizar operaciones de narcotráfico con la camorra napolitana.
La Policía advierte del peligro que supone que nuestra documentación caiga en manos de delincuentes, más aún ahora con el DNI electrónico, que contiene en un chip todos nuestros datos personales.
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