One Goh, un coreano de 43 años, irrumpió este lunes por la mañana en una clase de Enfermería de su Universidad, un centro cristiano de la Iglesia coreana en Oakland, a 20 kilómetros de San Francisco.
El estudiante llevaba meses sin aparecer. Pidió a sus antiguos compañeros que se pusieran contra la pared, sacó una pistola, disparó a un alumno en el pecho y atacó después al resto de jóvenes aterrorizados. Mató a siete personas e hirió a otras tres antes de entregarse.
La policía de Oakland y los testigos han identificado a One Goh, que al menos un compañero en la Universidad de Oikos describe como "un poco raro", pero cuyo pasado no muestra ningún historial criminal. Nació en Corea, se nacionalizó estadounidense y estudió Enfermería durante unos meses. El pastor que fundó el centro aseguró que One había dejado el programa de estudios, pero no sabía si había sido expulsado.
Unos 35 estudiantes asistían este lunes a las clases de este pequeño centro privado que ofrece cursos de Medicina oriental y cuya misión principal es el estudio de la Iglesia coreana-americana. La escuela profesional se encuentra en una zona de Oakland con una comunidad marcada por la inmigración de China y Corea.
Poco antes de las diez y media de la mañana, el asesino entró en un aula dentro de uno de los edificios en el campus. El hombre disparó a bocajarro al pecho de un estudiante y siguió repartiendo balas a su alrededor.
"Tenía cara de loco todo el tiempo. No sabíamos cómo de lejos iba a llegar", contó una joven herida en un brazo a uno de los testigos, según el 'San Francisco Chronicle'. Otra estudiante llamó a su marido desde el aula contigua para que avisara a la policía y aseguró que el asesino estaba disparando también a la puerta cerrada de su clase.
El presidente y fundador del centro, el pastor Jongin Kim, dijo haber escuchado una treintena de disparos. "Me quedé en el despacho", explicó al 'Oakland Tribune', imitando el sonido del tiroteo. Los estudiantes se encerraron en las aulas con las luces apagadas mientras el asesino mataba y sus víctimas pedían ayuda a gritos.
Los agentes tardaron en llegar al campus y cuando se desplegaron, el culpable había escapado de la zona. La policía, de las fuerzas especiales, sólo se encontró los cadáveres y a docenas de estudiantes que se negaban a abrir las puertas por temor a que fuera una trampa del asesino.
Una hora después, One Goh apareció en un supermercado de Alameda, una isla enfrente de Oakland. Se acercó al centro de atención al cliente de la tienda e informó: "He disparado a varias personas. Me tienen que arrestar". Los empleados llamaron a la policía, que detuvo al hombre sin forcejeos. El supuesto asesino estaba "tranquilo" durante su arresto según los testigos.
La Universidad de Oikos es un centro privado con un centenar de estudiantes especializado en Teología, Música, Enfermería y Medicina. "Nuestro principal objetivo es formar a líderes espirituales cristianos que respeten las intenciones de Dios y ampliar el pueblo de Dios a través suyo", explica el fundador en la web de la Universidad, descrita como un lugar plácido "que cambia positivamente su entorno y el mundo en general".
Ésta es la peor matanza en un campus en California desde 1976, cuando siete estudiantes fueron asesinados en otra Universidad. Y uno de los incidentes más sangrientos en años en un país donde se multiplican los tiroteos.
En diciembre, dos personas fueron asesinadas en Virginia Tech, la Universidad donde en 2007 un estudiante mató a 32 personas y después se suicidó. A finales de febrero, tres estudiantes fueron asesinados por un compañero de 17 años en un instituto de Ohio. Y a principios de marzo, un profesor de español mató a la directora de un colegio en Florida y se quitó la vida.
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