miércoles, 12 de mayo de 2010

EUROPA, ANTE EL VELO DE LA DISCORDIA


Cada maestrillo tiene su librillo... Y cada país, sus normas acerca del uso del velo islámico. La polémica sobre el pañuelo de Najwa, la adolescente musulmana que tuvo que cambiar de instituto en Pozuelo (Madrid) para seguir estudiando, es sólo el último ejemplo de una batalla legal que se libra en los centros educativos del continente. Repasamos cómo está el patio en los colegios europeos.



ESPAÑA
Las escuelas deciden
Cada centro educativo decide sus propios códigos de vestuario.

La gran mayoría de los centros españoles permite que las alumnas vayan con pañuelo si así lo desean. Así ocurrre en el colegio público bilingüe Nuestra Señora del Rosario, de Torre Pacheco (Murcia), todo un ejemplo de respeto, convivencia y normalidad. El 37 por ciento del alumnado es inmigrante. En la imagen, estudiantes de cuarto de primaria procedentes de España, Marruecos, Ucrania, Irán, el Reino Unido, China, Ecuador y Colombia.
Los colegios e institutos públicos españoles tienen autonomía para decidir sus normas disciplinarias y de uniformidad. Son los consejos escolares los que determinan si se permite o no el hiyab. El instituto de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, donde estudiaba Najwa no prohíbe expresamente el pañuelo islámico, pero sí, de manera general, gorras y tocados. Se trata de un caso aislado con una resonancia mediática desproporcionada, pues España es uno de los países de la Unión Europea más tolerantes con las costumbres y tradiciones foráneas, tanto musulmanas como de cualquier otra religión.


HOLANDA
Pañuelo permitido... hasta nueva orden
No se acepta el velo integral si causa problemas de comunicación entre estudiantes y profesores.

Por el momento, no hay leyes que prohíban el velo en Holanda, donde el cinco por ciento de la población es musulmana, pero cada colegio puede dictar sus propias normas de vestuario. La única consigna es evitar actos de discriminación injustificados.
Casi todos los centros, desde preescolar hasta la universidad, permiten el pañuelo, salvo en contadas ocasiones, la mayoría en Ámsterdam. En caso de conflicto, una comisión sobre igualdad toma la decisión final. Se puede prohibir el uso del velo integral (niqab) si causa problemas de comunicación entre estudiantes y profesores.
Un caso polémico sentó precedente. En 2003, un instituto prohibió a tres estudiantes ir a clase vestidas con velo integral. Una de ellas fue expulsada por la Policía porque las normas del centro contemplaban la prohibición del acceso sin autorización. Las alumnas apelaron a la comisión de Igualdad, que falló en favor del instituto. El argumento fue que el niqab impide el contacto ocular, lo que se considera una falta de respeto. Y las necesidades educativas de contacto y comunicación están por encima de la libertad religiosa. La decisión fue respaldada por el Gobierno.
El Parlamento debate desde hace cuatro años el veto del burka en lugares públicos y la prohibición del pañuelo entre las funcionarias y en las escuelas, pero no hay consenso hasta la fecha. Una encuesta realizada en febrero de 2007 señala que el 66 por ciento de la población apoyaría la prohibición. En la vecina Bélgica, el hiyab no está prohibido, pero se acaba de aprobar una proposición de ley que prohibiría el uso del velo integral en espacios públicos, incluidos los colegios. Ya existen normativas municipales que prohíben el burka en algunas ciudades.


REINO UNIDO
Los tribunales deciden caso por caso
En principio pueden ir hasta con burka.

No hay restricciones al velo islámico en el Reino Unido, donde se permite el pañuelo, y también están autorizados los velos integrales (burka y niqab), el turbante sij, la kipá judía o los hábitos cristianos, pero las escuelas tienen la potestad de redactar sus propios códigos de vestuario desde 2007, después de una serie de casos que tuvieron un gran impacto en la opinión pública.
El caso más polémico fue el de Shabina Begum, una joven procedente de una familia musulmana radical de Bangladesh que se negó a llevar el uniforme escolar en un instituto de Luton y pretendía acudir con velo integral. El centro argumentó que el uniforme era necesario para crear una identidad común en sus aulas, donde conviven estudiantes de diversos países y religiones y garantizar así la multiculturalidad y el derecho a la igualdad. El caso se envenenó por los atentados de Londres. La controversia llegó a la Cámara de los Lores, que finalmente dio la razón al instituto. Begum, cuya abogada era Cherie Blair, esposa del entonces primer ministro, presentó un recurso de apelación, aunque en última instancia fue desestimado.
En principio, niñas y adolescentes pueden seguir acudiendo a los colegios públicos con hiyab, pero desde el caso Begum, cuando surgen discrepancias con el centro educativo, se estudian las circunstancias de manera individual. Los tribunales suelen dar la razón a los centros, tanto en el caso de alumnas como en el de profesoras que pretenden utilizar el velo integral en contra de la normativa escolar. Varias maestras han sido despedidas, aduciendo que el vestuario islámico niega a los niños el derecho a una educación libre de prejuicios.

FRANCIA
Pionera en la prohibición del ‘hiyab’
Los niños tampoco pueden ir con crucifijos de grandes dimensiones.

La hostilidad francesa al velo se cimenta en los principios de la Revolución de 1789. Libertad, igualdad, fraternidad... y laicidad. Francia ha sido el primer miembro de la Unión Europea que aprobó una ley que prohíbe los símbolos religiosos y políticos en escuelas públicas (liceos), colegios e institutos. Fue en 2004 y el veto no sólo afecta al hiyab, también a cualquier elemento religioso o político ostensible, como crucifijos de grandes dimensiones, o logotipos y banderas de partidos.
El Estado considera que el velo discrimina a las niñas y dificulta la integración social. Los disturbios que sacudieron los suburbios de París sobresaltaron a la sociedad francesa, que llegó a la conclusión de que los valores republicanos debían reinstaurarse en las aulas. Como explica un informe oficial, «los colegios deben garantizar a toda costa que los niños estén a salvo del furor del mundo».
La ley de 2004 es vista con buenos ojos por la mayoría de los franceses, aunque la última iniciativa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que también quiere prohibir el uso del burka en la calle, está levantando más ampollas de las previstas, y no sólo entre las minorías religiosas radicales.


ITALIA
Velo integral y ‘burkinis’, a debate... pero poco
Las niñas pueden fotografiarse con velo para el DNI.

La llegada de inmigrantes ha contribuido a que el islam sea ya la segunda religión en número de practicantes en un país tradicionalmente católico. Y el velo, así como la enseñanza del Corán en las escuelas, se ha convertido en un asunto político de primer orden, aunque la controversia, a pesar de la oratoria más o menos incendiaria de algunos partidos, no tiene por ahora un impacto significativo en la sociedad.
En algunos de los municipios que controla, la Liga Norte ha lanzado una campaña para la prohibición del velo integral en edificios públicos y centros educativos, así como el burkini (`bañador islámico´) en las piscinas. Pero la iniciativa se ha topado hasta la fecha con los jueces, que han suspendido el veto esgrimiendo razones técnicas. La batalla legal no ha hecho más que empezar.
La cuestión se está polarizando, pero de momento sólo ha salpicado en contadas ocasiones a las aulas. Lo habitual en los centros educativos es la tolerancia. Incluso está permitido lucir el velo en las fotografías del carné de identidad o en los papeles de la matrícula escolar, del mismo modo que las monjas pueden ir tocadas con el hábito en las fotos de sus documentos oficiales.


TURQUÍA
El atuendo islámico se multa
El 99 por ciento de la población es musulmana.

Es un Estado laico desde su fundación por Mustafá Kemal Atatürk en 1923. Para Atatürk, el pañuelo islámico era retrógrado y un obstáculo para la secularización de la república. El hiyab está oficialmente prohibido en escuelas, universidades y bibliotecas desde el golpe militar de 1980, aunque la ley no se implementó hasta 1997. El veto es muy controvertido porque el 99 por ciento de la población es musulmana.
Miles de mujeres han sido arrestadas por vestir el atuendo islámico en edificios públicos y muchos padres se han manifestado para que sus hijas puedan ir a estudiar con velo. En los últimos años ha existido cierta relajación de las autoridades. Se ha levantado la mano a la hora de sancionar, pero el velo sigue siendo tabú en las aulas.
En 2008, el Parlamento turco aprobó una enmienda a la Constitución que permitía a las estudiantes llevar velo en las universidades, con el argumento de que, de otra manera, muchas prefieren no completar su educación. La decisión fue acogida con protestas de los partidarios del laicismo. El Constitucional derogó la ley y reinstauró la prohibición. Este asunto es uno de los grandes focos de tensión social. Por una parte, el partido en el poder, de corte religioso, pretende levantar el veto. Por la otra, universidades, jueces y Ejército son contrarios a cualquier concesión a los islamistas.


ALEMANIA
Las alumnas, sí; las ‘profes’, no
Se intenta garantizar la neutralidad de los colegios.

La educación en Alemania depende de cada Estado, que tiene sus propios ministerios, a semejanza de las consejerías autonómicas en España. Las alumnas musulmanas pueden llevar velo en las escuelas públicas, pues la libertad religiosa es un derecho constitucional. Sin embargo, en ocho Estados federados son las profesoras las que no pueden cubrirse la cabeza o lucir atuendos religiosos. Se intenta garantizar así la neutralidad de las instituciones ante alumnos y padres. Berlín prohíbe, además del pañuelo islámico, crucifijos y kipás.
No obstante, cinco de los Estados que prohíben las vestimentas religiosas hacen una excepción con los hábitos de las monjas. Un grupo de profesores musulmanes presentó una demanda por discriminación ante un tribunal estatal, que les dio la razón, pero el Gobierno apeló el fallo. Está pendiente de resolución.
Un incidente ilustra la sensibilidad alemana sobre el hiyab. Dos estudiantes de 18 años, una turca y otra kurda, quisieron ir a un centro educativo con burka y fueron suspendidas «por alterar la paz». Los servicios de inteligencia alemanes, sospechando que mantenían contactos con una escuela coránica radical, las investigaron. A raíz de este caso, el ministro de Justicia pidió que se aprobase una ley estatal sobre uniformes escolares. Algo inaudito, ya que los uniformes son vistos con enorme recelo en Alemania, pues se los asocia con los de las Juventudes Hitlerianas. Una parlamentaria musulmana de origen turco, Ekin Deligöz, ha llegado a pedir a las mujeres que profesan el islam que se quiten el velo, desobedeciendo a sus maridos si es necesario, y que no se lo impongan a sus hijas, para demostrar su voluntad de integrarse en la sociedad alemana.
Carlos Manuel Sánchez

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