martes, 11 de mayo de 2010

Los municipales piden armas eléctricas tras el tiroteo de Sol


12 Mayo 10 - Diana Valdecantos
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Un sindicato policial llevará la solicitud de manera oficial a la mesa de equipamiento del cuerpo.

Madrid- El espontáneo salta al campo, y varios policías intentan detenerle. Una de ellos, desenfunda un arma eléctrica, dispara y el joven cae al suelo. Ocurrió en un partido de béisbol en Filadelfia hace pocos días y las imágenes del incidente dieron la vuelta al mundo. ¿Era necesario descargar miles de voltios a un chico que no suponía, aparentemente, un riesgo vital para nadie? ¿No podían atraparle a la carrera? Pero pongamos otro ejemplo. Puerta de Sol de Madrid, jueves pasado al filo de las nueve de la noche. Un joven de 32 años la emprende a golpes contra una patrulla policial y dos agentes se enfrentan a la situación. El varón saca un cuchillo, la cosa sube de tono y se abalanza contra los municipales que disparan, al menos, en tres ocasiones. Consiguen reducir al tipo, pero la mala suerte le juega una mala pasada a Antonio, un transeúnte que paseaba con su esposa. La bala rebota y le impacta en el ojo izquierdo y lo pierde. ¿Hubiese sido una pistola eléctrica una mejor solución en una abarrotada calle Arenal?

Tras el incidente de Sol, surgen voces dentro de la Policía Municipal que piden llevar esas armas llamadas Taser a la hora de enfrentarse a una situación de extrema gravedad en la que civiles inocente pueden resultar heridos de forma gratuita. No es la primera vez que la Policía de Madrid contempla esta posibilidad. En su momento se hicieron pruebas, con cardiólogos, pero la idea se desechó. Principalmente porque puede incluso que el remedio sea peor que la enfermedad. ¿Puede ser letal una descarga de 50.000 voltios para una persona que sufre problemas cardíacos? En la Comunidad de Madrid, la Policía Local de Moraleja de Enmedio cuenta desde hace más de dos años con dos pistolas Taser para hacer frente a este tipo de situaciones. Allí defienden su uso y las ventajas y virtudes que entrañan estas casi desconocidas armas eléctricas. En boca del concejal de Seguridad de la localidad, Enrique Ballesteros, la idea surgió del anterior jefe de policía. «Era un inquieto de las nuevas tecnologías», explica. Sin embargo, jamás se han utilizado en todo este tiempo. «Claro que tampoco se ha disparado a nadie», insiste el concejal. El protocolo de actuación de las armas de fuego y las Taser es el mismo. Sólo se deben de utilizar en situaciones donde esté estipulado y demostrado la necesidad de desenfundar un arma. Este cuerpo policial de 16 agentes velan por la seguridad de alrededor de 5.000 habitantes, y según sus responsables, todos se sienten más seguros con las Taser. En la actualidad cuentan con dos armas que acompañan a las patrullas. Llevan encima los dos tipos de armas mientras hacen sus rondas o se les requiere para alguna intervención. Al contrario que algunas fuentes policiales de la Policía Municipal, el uso de estas descargas eléctricas no suponen ningún peligro para la integridad física. Incluso, aseguran son inocuas para personas con marcapasos. El funcionamiento de estas armas es sencillo, según explican. Se dispara a pocos metros y la descarga de 50.000 voltios. En Moraleja de Enmedio, aunque nunca se ha disparado contra ningún delincuente, sí que se ha probado entre los propios agentes voluntarios. «No pierden la consciencia, simplemente no se pueden mover los músculos, evita que una persona corpulenta y alterada ponga resistencia a la hora de ser detenido». Además, municipios cercanos han pedido en alguna ocasión poder tener acceso a estas pistolas para situaciones límites de violencia de género en las que corren peligro la vida de niños inocentes. Por eso, y tras el suceso de Sol, el sindicato CPPM (Colectivo Profesional de Policía Municipal) va a pedir que se les equipe con estas armas y lo hará de forma oficial en el próxima mesa de equipamiento del cuerpo.

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