Preparad el pañuelo, que os traigo una conmovedora historia. No sólo demuestra lo importantes que llegan a ser los animales en nuestras vidas, sino también cómo las primeras palabras pueden brotar en los labios de un niño gracias a su amor por un animal doméstico. Sí, lo sé, muy lacrimógeno todo, pero muy real, y la prueba es esta noticia: Liam Hainsworth, un niño de cuatro años de edad con problemas de aprendizaje, comenzó a aprender hablar con Millie, su perro, pero enmudeció cuando el can le fue robado.
A la espera de un final feliz, que Millie sea encontrado, veamos cómo comenzó nuestra historia. Nos situamos en Bradford, Reino Unido. Allí vive Liam Hainsworth, un niñito que, pese a haber cumplido los cuatro años, no decía ni palabra. Sus dificultades de aprendizaje, debido a un problema de desarrollo que afecta a su capacidad para hablar, sin embargo, comenzaron a desaparecer cuando Millie llegó a su vida.
La genial idea fue de su abuelo, que estuvo ahorrando dinero de su humilde pensión y en su cumpleaños le regaló un perro al niño con la esperanza de desbloquearlo. Y vaya si funcionó: a las pocas semanas de convivir con Millie, el niño dijo sus primeras palabras: mamá y perro. Aunque la alegría duró poco: el robo del perro ha devuelto al niño al silencio.
El problema de Liam también le impide moverse con normalidad, y la llegada de Millie había tenido efectos tan rápidos en el niño que su presencia había encendido su rayo de esperanza en la familia.
Ahora sólo resta que el omnipresente internet llegue hasta donde tiene que llegar …y los corazones de los ladrones de Millie también hablen, para que estos dos amigos puedan volver a compartir sus alegrías y penas. Su familia cuenta que eran inseparables, y que con la llegada de Millie, Liam dejó atrás las rabietas y el mal humor, pues juntos se sentían felices. La buena de Millie llegó donde la comunicación humana no pudo.
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