martes, 16 de febrero de 2010

Una mujer asfixia a su hija de 4 años, mata a hachazos a su madre y se ahorca en Almería

El municipio de Sorbas, de menos de 3.000 habitantes, se preguntaba ayer atónita por los motivos que condujeron a Marina G. G., de 36 años y nacionalidad belga, a protagonizar unos hechos que jamás olvidarán. Al parecer, la joven no sufría ninguna depresión ni había padecido ningún episodio de violencia de género que, muy remotamente, pudiera arrojar algo de luz sobre lo sucedido el pasado domingo. Fue el ex compañero de la mujer, Enrique González, de 40 años y vecino de la localidad, quien realizó el macabro hallazgo. El hombre se disponía a ver a su hija, de 4 años, que iba a participar en las fiestas de carnaval. Al no tener noticias ni de ella ni de su madre, llamó a esta última al móvil, pero sin respuesta.
Tras obtener las llaves de la casa, un cortijo situado en la pedanía de El Mayordomo, Enrique, en compañía de un vecino, descubrió los cuerpos de la niña, que había muerto asfixiada; de su abuela materna, S. B., de 67 años, y también de origen belga, que llevaba varios días de visita y a la que asestaron varios golpes con un hacha; y de su ex pareja, Marina, que se ahorcó tras matar a las dos. Fue otra vecina quien alertó a los médicos y a las autoridades.
Según reveló el alcalde de Sorbas, José Fernández, Marina acudió el pasado 12 de febrero a las dependencias municipales para darse de baja en el padrón, algo que no llegó a consumar. Así, el Ayuntamiento contempla la posibilidad de que la mujer quisiera dejar el municipio y regresar a su país. Con todo, esta circunstancia no hizo sospechar el funesto desenlace.
La familia era «bastante conocida» en el lugar, sobre todo porque el abuelo paterno de la niña había sido funcionario municipal hasta el pasado enero. El hombre, según dijo el alcalde, fue enviado de urgencia al centro de salud «para ponerle un calmante» tras conocer la noticia. «Están destrozados», afirmó el primer edil. Por su parte, la presunta homicida residía en Sorbas desde 2002.
La pequeña, cuyo cadáver era ayer velado por sus familiares, será enterrada hoy en la localidad, donde se celebrarán las honras fúnebres en la Parroquia de Santa María. Por otra parte, la Embajada belga precisó que el Ministerio de Asuntos Exteriores de este país gestiona los trámites para trasladar los cadáveres de las ciudadanas belgas a su lugar de origen, informa Ep. Aparte de suspender las celebraciones de Carnaval, el Ayuntamiento declaró ayer tres días de luto oficial.

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