miércoles, 3 de marzo de 2010

15 verdades incómodas sobre Tailandia


Leyendo artículos en Internet sobre viajes, ofertas, vuelos, compañías que ofrecen tours, etc, sobre Tailandia es muy fácil tener una idea demasiado rosa sobre la situación aquí. Lo peor es que a veces creemos que tenemos una idea razonable sobre qué problemas o qué cosas nos podemos esperar y hasta enfatizamos problemas que luego no lo son tanto.

Estas son algunas cosas, contadas desde ‘dentro’, de lo que se puede esperar. No es una lectura amable o romántica del país, son simplemente algunos datos que ayudan a ver ‘más allá de la impresión inicial’ y que parece que a muchas agencias y blogs de viajes se les olvida contar.

De ninguna forma se trata de un ataque contra el país o su gente. En todos los lados hay personas de todos los tipos y Tailandia no es diferente. Tailandia, como cualquier otro país, tiene sin embargo algunos rasgos más marcados y es útil conocerlos.

1. En general la sociedad tailandesa es profundamente xenófoba, en el sentido más amplio del término. Se respira un “te necesitan pero te odian”.
2. De forma oficial hay un ‘doble precio’ para todas las cosas -desde visitar el zoo hasta ir a ver una pelea de boxeo tailandés-. Los extranjeros pagaremos hasta 8 veces más por el mismo servicio que un tailandés. Mientras que en países de la zona como Vietnam esto se está erradicando, en Tailandia se considera normal.
3. Si eres extranjero, no puedes comprar tierra en Tailandia. Si te casas, tu mujer puede hacerlo a su nombre, pero si os separais o si ella muere, tú pierdes todos tus derechos. Si tenéis un hijo nacionalizado tailandés, él si puede heredar esa propiedad.
4. Si quieres montar una empresa, debes tener necesariamente un socio tailandés que controle al menos el 51% de la misma.
5. Los tailandeses son increíblemente proclives a sobre reaccionar de forma desproporcionada. Aunque Tailandia se promociona como “El país de las mil sonrisas” y es llamativo ver como algunas chicas practican su sonrisa en el espejo, no hay término medio. Si se produce un enfrentamiento, éste va a ser extremadamente violento.
6. Las peleas en Tailandia nunca son limpias y siempre extremadamente peligrosas. Si tienes algún problema con un tailandés (o dicho de otra forma, si un tailandés cree que tiene un problema contigo) y surge una pelea, inmediatamente los tailandeses en la zona irán a ayudarlo. Llevar armas cortantes es típico y romper botellas para hacer el máximo daño con el cristal es desafortunadamente común. La recomendación es que nunca jamás tengas una pelea -aunque sea pequeña- en Tailandia. Las consecuencias son absolutamente desproporcionadas.
7. La policía está corrupta hasta la médula y no está ahí para ayudarte. Si la llamas has convertido un problema serio en otro peor. Esencialmente ellos quieren conseguir dinero y en segundo término proteger a los tailandeses, tengan o no la culpa. Esto llega a niveles increíblemente absurdos, de dibujos animados, pero mortalmente serios. Si te ataca alguna banda serás tú siempre el que inició la pelea (y tendrás que pagar una considerable multa o ir a la carcel), si alguien te intenta timar y la llamas eres tú el que ha intentado no pagar un servicio (esto ha ocurrido incluso en grandes centros comerciales) y deberás pagar una multa o ir a la carcel. El gobierno conoce la situación y ha creado una “policía para turistas” que hace de intermediaria si la llamas, pero que carece de poderes de cualquier tipo.
8. Los problemas se solucionan generalmente entre bastidores. Si se produce lo que literalmente es “perder cara” (algo así como que la situación sea embarazosa para la otra persona, que suponga una humillación pública) es trivial para ella pagar para que recibas una paliza. Esto es algo que desafortunadamente ocurre a menudo y así aparece en los foros del país. Lo peor es que a veces estas bandas se confunden de extranjero (para ellos somos muy parecidos). Si estás con una pareja tailandesa, ella / él sabrán también a donde acudir para devolver la situación.
9. La violencia hacia las mujeres dentro de las relaciones de pareja es algo totalmente común. Y como comentaba una persona en un foro -que presenció como un hombre daba una paliza a su pareja en la calle mientras ella trataba de cubrirse ya en el suelo- no es posible intervenir y, ni de lejos, llamar a la policía. Esto es Tailandia.
10. La promiscuidad de los tailandeses es altísima. Pese a que Tailandia muestra un mercado sexual espectacular para los ojos occidentales, se estima que sólo representa el 5% del total. El resto es consumido por los propios tailandeses.
11. La tasa de crímenes pasionales es muy alta, aunque generalmente sólo aparecen en las publicaciones en tailandés por lo que suelen pasar desapercibidos. Cortar el pene al marido es una práctica extremadamente extendida como medida para vengarse de una infidelidad. Matarlo envenenándolo es también una forma común de venganza. Y el ratio de suicidios por amor es muy alto.
12. Las mujeres tailandesas son extremadamente ‘viscerales’. Detrás de su sonrisa y su actitud ‘dócil’ hay una persona que cuando pierde el control, lo pierde hasta un nivel simplemente desproporcionado.
13. La violación, a menudo con violencia, de mujeres occidentales ocurre con mucha más frecuencia que en otros países de la zona. Por supuesto, la policía no se preocupa demasiado (es una forma amable de decir que pasan absolutamente del tema, ningún tailandés va a protestar porque la policía no investigue cosas de ‘farangs’ -el nombre que nos dan a los occidentales).
14. El número de mujeres tailandesas con múltiples novios occidentales es absurdamente alto. Esto ha llegado hasta tal punto que es divertido ir a los cafés con internet y ver a las chicas conversando en varias ventanas de chat con diferentes personas, con expresiones del tipo “mi amado”, “mi corazón”, etc, mientras a la vez también escriben un correo electrónico a otro novio más. Si las habéis visto y os ha llamado la atención el papel gastado que suelen tener cerca, esa es “la carta maestra”. Piden que se la traduzcan a inglés (con varias variaciones) y luego la envían una y otra vez. Son fuentes de ingresos sencillas, porque los hombres suelen enviar dinero para mantener a su chica.
15. Se busca de forma agresiva el dinero fácil y rápido y el abanico de timos en la zona es apasionante por su diversidad. Desde la compra de piedras preciosas sobrevaloradas, tuk-tuks y taxis que trabajan en colaboración con establecimientos con precios inflados a los que llevar a los turistas, el “trabajador pobre de casino que te ofrece ganar algo en su establecimiento a cambio de que compartas un porcentaje de esos beneficios con él”, la petición de firmas y una donación para causas que realmente no existen, los falsos monjes que piden dinero, los tours en barca en los templos que cambian de precio en mitad de ellos, las invitaciones a espectáculos por poco dinero (unos 2 euros por cabeza) para luego indicar que ese era el precio de la cerveza uy solicitar una cantidad desorbitada por el show (con presencia de porteros para tener una intimidación física), las recomendaciones de hoteles en Kao San Road (en las que participa la comisaría de policía de allí) para luego despertarse sin nada, lo extranjeros que toman una cerveza contigo en la noche hablando del tiempo que pasas en el país para luego poner ‘añadidos adicionales’ a tu bebida cuando no estás atento, etc, etc.

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