lunes, 9 de marzo de 2009

Asesinan a dos soldados británicos en Irlanda del Norte


Por SHAWN POGATCHNIK
The Associated Press

ANTRIM, Irlanda del Norte -- Los líderes del gobierno católico-protestante de Irlanda del Norte se comprometieron el domingo a mantener la paz después que un grupo de disidentes del Ejército Republicano Irlandés mataran a dos soldados británicos que recibían una pizza.

Los dos líderes principales de la coalición creada hace 22 meses pospusieron un viaje a Estados Unidos y se comprometieron a intensificar su cooperación ante el primer ataque fatal contra las fuerzas de seguridad británicas en 12 años.

La policía indicó que dos hombres con fusiles de asalto dispararon desde un vehículo junto a un cuartel, y después remataron al menos a dos de las víctimas cuando éstas yacían sobre el piso. Cuatro soldados recibieron disparos, dos de ellos mortales.

También resultaron heridos los dos repartidores de pizza, uno de ellos un adolescente de la localidad que quedó gravemente herido y el otro un inmigrante polaco de 32 años, que permanecía en estado crítico el domingo en la noche.

Los dos soldados eran zapadores del ejército y estaban a punto de ser enviados a Afganistán, según informó la policía.

El diario Sunday Tribune señaló que recibió una llamada telefónica de un hombre que dijo representar al grupo IRA Auténtico (una escisión del Ejército Republicano Irlandés) y atribuyó el ataque a esa organización. El diario señaló que el hombre, que utilizó una palabra clave para verificar que era una persona autorizada como portavoz del grupo proscrito, defendió el ataque y calificó a los trabajadores de Domino's Pizza como "colaboracionistas'' del gobierno británico en Irlanda.

El grupo IRA Auténtico fue el responsable del ataque terrorista con mayores víctimas fatales ocurrido en Irlanda del Norte: un atentado con un coche bomba en 1998 en el pueblo de Omagh que mató a 29 personas, la mayoría de ellos mujeres y niños.

El católico más importante en la coalición en el gobierno, el viceprimer ministro Martin McGuinness, dijo que los disidentes intentan reavivar el derramamiento de sangre y obligar al gobierno británico a reactivar políticas de seguridad más severas.

El IRA mató casi 1.800 personas de 1970 a 1997 en un intento fallido por separar a Irlanda del Norte del Reino Unido y unirla a la República de Irlanda. El IRA depuso las armas y renunció a la violencia en el 2005, pero grupos que se escindieron de éste y que adoptaron una gran variedad de nombres han intentado continuar la campaña.

Tanto los católicos como los protestantes dijeron que el ataque no debilitará la coalición en el poder. McGuinness, un ex comandante del IRA, dijo que los líderes protestantes tienen la determinación de asegurar que la cordura y el progreso político prevalezcan por encima de la violencia ‘‘absolutamente inútil'' de los disidentes.

El primer ministro Peter Robinson, el líder protestante de la coalición, instó a los extremistas protestantes a no actuar en represalia contra la comunidad católica. Dos grupos protestantes ilegales, la Asociación de Defensa de Ulster y la Fuerza Voluntaria de Ulster, han renunciado a la violencia pero se han negado a desarmarse, pues se reservan el derecho de una represalia ante los actos del IRA.

"Todo el país se siente estremecido ... ante este ataque cobarde y malévolo'', dijo en Londres el primer ministro británico Gordon Brown. "Les puedo asegurar que llevaremos a esos asesinos ante la justicia. Ningún asesinato podrá desbaratar un proceso de paz que tiene el respaldo del pueblo de Irlanda del Norte''.

En Dublín, el gobierno de la República de Irlanda dijo que prácticamente nadie en ambas partes de Irlanda desea reanudar un conflicto que dejó más de 3.700 muertos. Los líderes prometieron mayor cooperación con las fuerzas de seguridad británicas en el norte a fin de capturar y procesar a los disidentes, cuya mayor fuerza se halla a lo largo de la frontera irlandesa.

"El pueblo de esta isla ha rechazado totalmente la violencia, tanto en el norte como en el sur'', dijo el primer ministro irlandés Brian Cowen. "Un pequeño grupo de personas malvadas no podrá ... socavar la voluntad del pueblo de Irlanda de vivir en paz de manera conjunta''.

En Washington, un portavoz dijo que el presidente Barack Obama "condena en los términos más enérgicos los ataques de ayer en Irlanda del Norte''.

"Estados Unidos apoya al gobierno unificado en Irlanda del Norte y los pasos históricos que ha tomado hacia un futuro de paz y prosperidad para todos'' en el país constituyente del Reino Unido, dijo Mike Hammer, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

"Los que perpetraron estos actos cobardes no representan la voluntad del pueblo de Irlanda del Norte, que ha elegido el camino de la paz y la reconociliación''.

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