Da a luz a su hijo y lo deja morir en un armario dentro de una bolsa de plástico

CARLOS HIDALGO | MADRID
Miércoles, 25-03-09
De nuevo, una madre ha vuelto a deshacerse de su hijo, recién nacido, de la manera más cruel. Ocurrió el pasado miércoles, día, 18, en el barrio de San Blas. Marianela Gualotuña Maila, ecuatoriana de 30 años y en situación legal en nuestro país, está acusada de haber dejado morir a su recién nacido metiéndolo en una bolsa de plástico y dejándolo en el interior de un armario de su habitación. La mujer ya está en la cárcel, acusada de homicidio.
Los hechos se precipitaron el miércoles, cuando la mujer acudió, acompañada de una compañera de piso, a la Unidad de Urgencias del Hospital de La Paz. Dijo que le dolía el vientre y que había sufrido un desgarro vaginal «por empujar en exceso», según fuentes policiales. Sin embargo, en el centro hospitalario poca credibilidad dieron a su versión.
Realmente, la mujer sangraba por la vagina y le había aumentado el útero, pero todo parecía fruto de un parto reciente. Y así le preguntaron los médicos a la interfecta. A la cuestión de si había parido, ella respondió que no. Que quizá había expulsado algo, pero negó tajantemente haber dado a luz. Dio positivo en la prueba de embarazo.
Los médicos, tal y como estipula el protocolo en estos casos, avisaron a la Policía Nacional. Agentes del Grupo X de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial se hicieron cargo de la investigación. Marianela fue detenida. Al día siguiente, el interrogatorio policial comenzó a dar sus frutos. La mujer reconoció que «había tirado algo a un contenedor» de su barrio. Pero las piezas seguían sin encajar.
Aun así, los agentes acudieron a inspeccionar los cubos sobre los que la mujer les había dado referencia. Pero ni rastro del bebé ni de ningún rastro orgánico que pudiera pertenecer al caso.
La mujer dijo que le dolía el vientre y que había sufrido un desgarro vaginal
El sábado, la Policía recibía la llamada de un familiar de la detenida: había encontrado el cadáver del niño en un armario de la vivienda donde residía la sospechosa con sus compañeros de piso, en la avenida de Canillejas.
La Policía Científica sí halló allí el cuerpo y los restos orgánicos de haber dado a luz en la vivienda. El niño, además, había nacido vivo. Fuentes policiales indicaron que, a falta del informe definitivo de la autopsia, la madre, presuntamente, dejó morir al recién nacido. Lo envolvió en una bolsa de plástico y entre ropa, y lo abandonó a su suerte en el armario. El juez de guardia y el médico forense ordenaron el levantamiento del cadáver. La mujer está en prisión.
No es éste un caso aislado, por desgracia. Este mismo año, el 22 de enero, un mendigo que rebuscaba entre la basura encontró el cadáver de una recién nacida, aún con el cordón umbilical, en un contenedor de la calle del Doctor Martín Arévalo, en el distrito de Villaverde. Avisó a un frutero del barrio, que dio la voz de alarma a la Policía. Poco después, Homicidios detenía a los padres de la niña, José Antonio F. C., de 47 años, y su pareja, María de las Nieves L. A., de 32. Ambos son españoles y carecían de antecedentes.
En los años 2007 y 2008 se dieron cuatro casos como el de Marianela, muy similares. A ellos habría que sumar los dos bebés asesinados por sus padres en un apartahotel de Plaza de España, en Centro, -una niña de 15 meses asesinada a golpes- y en Torrejón de Ardoz -otra pequeña, de sólo 18 meses, tiroteada-.