sábado, 7 de marzo de 2009

Descubierta una fosa común en Eslovenia de la II Guerra Mundial

Los investigadores eslovenos que, por orden de su Gobierno, se dedican a buscar sepulturas escondidas han dado con una situada en lo pozos de la mina abandonada de Laško, en el centro del país. Amontonados en las galerías han aparecido varios centenares de cadáveres, que se encontraban allí desde 1945.

Nadie pone en duda que se trata de personas asesinadas por los partisanos comunistas yugoslavos inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Por lo general, las víctimas eran civiles, ex combatientes croatas y eslovenos, activistas católicos, miembros de la minoría alemana asentada desde hacía siglos en Yugoslavia y luchadores anticomunistas de todos los colores.

Los investigadores han tardado seis meses en descubrir la fosa común. Los trabajos empezaron después de que un testigo ocular, que había conducido en su día los camiones que transportaban a los presos, aportara su testimonio sobre el crimen después de más de sesenta años de silencio.

Los investigadores han tenido que remover varias toneladas de tierra antes de encontrar la subterránea fosa común. La mina lleva el significativo nombre de Huda Jama (mina mala). Laško se encuentra en una zona carbonífera de antigua tradición minera en Eslovenia central.

Los autores de la matanza habían hecho todo lo posible para eliminar los restos. Noventa metros de galerías habían sido herméticamente taponados con material de derribo, tierra y piedras.

En el descubrimiento han trabajado mineros y su cometido era tan difícil que necesitaban un día entero para avanzar dos metros y medio en la galería, según ha declarado el jefe de las excavaciones, Mitra Ferenc.

Los partisanos yugoslavos habían construido seis barreras para evitar que alguien llegara a las fosas. La exterior era de cemento armado, luego había otras que combinaban tierra, piedras y arcilla. La última era de madera.

Las fosas se encuentran a 400 metros de distancia de la entrada de la mina. Allí hay dos pozos de 45 metros de profundidad. Ambos están repletos de cadáveres.

Los forenses eslovenos consideran que las primeras víctimas fueron arrojadas con vida a los pozos. Una parte de estas personas habían sido desnudadas. Los brazos los tenían atados a la espalda con alambres. Los cadáveres no presentan heridas de bala. Lo más probable es que los asesinos utilizaran gas para matar a la mayoría de sus víctimas.

Lo primero que encontraron los investigadores fueron zapatos, ha declarado Marko Strovs, del Ministerio de Asuntos Sociales. "Tardamos bastante en descubrir los primeros cadáveres", asegura. La sorpresa fue que, en vez de encontrar esqueletos, encontraron momias en buen estado, seguramente debido a las condiciones climáticas de la mina y al sellado de las galerías.

Joze Dezman, presidente de la comisión gubernamental encargada de la investigación, ha calificado la fosa de Huda Jama de la Srebrenica eslovena. Srebrenica es la ciudad bosnia donde el ejército serbio, después de haber conquistado el enclave en 1995, asesinó a ocho mil musulmanes ante la pasividad de las fuerzas de las Naciones Unidas. "Se trata de la mayor fosa común hallada en una mina. Me atrevería a decir que hay más de mil muertos", ha manifestado Dezman. Los fusilamientos tuvieron lugar a finales de mayo o principios de junio de 1945. El testigo asegura que eran eslovenos, pero otras fuentes afirman que también había croatas.

Se supone que en Eslovenia hay unas 600 fosas comunes con unas 300.000 víctimas. Hace dos años, al construir una autopista de circunvalación de Liubliana, se descubrió una gigantesca en lo que había sido una enorme trinchera para carros de combate. Hasta el momento se han recuperado 1.179 de los 15.000 cadáveres que se supone se encuentran allí enterrados.

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