martes, 14 de julio de 2009

Huelva llora la pérdida de Santiago Cotán-Pinto


Manuel Gómez Marín / Huelva | Actualizado 15.07.2009 - 05:02



Santiago Cotán-Pinto y Núñez (Gibraleón, 1933) sólo ha sobrevivido tres meses y medio a la muerte de su hijo mayor, Santiago, de 41 años, padre de dos hijos, ingeniero industrial y que tenía un futuro excelente por delante. Fue un golpe demasiado duro que le dejó meditabundo, sin ganas de nada y cada vez que pisaba la calle lo hacía cabizbajo y casi deambulando. Santiago nos dejó a primera hora de la mañana de ayer, alrededor de las 06:00, en la ambulancia de la autovía Punta Umbría-Huelva cuando le sobrevino una parada cardiaca.

La pasada semana fue trasladado al hospital Juan Ramón Jiménez en grave estado, aquejado de problemas respiratorios y afectado sus pulmones por líquido en la pleura. La última vez que hablamos fue el domingo y era optimista porque le daban el alta: "Sólo tengo antibióticos para la infección que remite". Ayer la noticia de su fallecimiento nos dejó sin palabras. Juanita, su esposa, su apoyo, su fiel compañera, me reveló que su última noche la disfrutó viendo un programa de televisión sobre cine y los 'Oscar'. El séptimo arte era su gran pasión.

Santiago Cotán era un abogado sin fe y terminó la carrera en Sevilla por satisfacer a su padre, don Rafael Santiago Cotán, un maestro de escuela que sentó cátedra, rigor y disciplina en Gibraleón, su pueblo y mi pueblo. Santiago nunca ejerció la profesión de Derecho porque en esas fechas coincidió la fundación de Radio Popular en Huelva y fomentó sus dos verdaderas vocaciones: crítico de cine y de fútbol, sus dos amores. Allí conoció y se ennovió con Juanita para crear una familia feliz y orgullosa de sus tres hijos.

Colaborador de Huelva Información en los inicios del periódico, Cotán no sólo era el decano en activo de los periodistas onubenses, sino de los españoles, de los que sentía orgullo. "Manolo -me dijo antes de celebrar la última Gala del Deporte, el 25 de marzo como presidente de la Asociación Onubense de la Prensa Deportiva- lo dejo todo, mi último partido será el Recre-Sevilla. Ya son 50 años de servicio y ha llegado la hora". Mi respuesta fue contundente: "Como Santo Tomás, hasta que no lo vea no me lo creo, ¡qué vamos a hacer sin ti!". Esa misma semana sucedió la tragedia de su hijo. El golpe definitivo.

Ya fuera como compañero de profesión o como paisano, Santiago siempre dejó lo mejor de sí mismo para los demás, sin perjudicar a nadie, no le he conocido un enfado con ninguno, cuando todos hemos tenido algún roce con alguien. Casi 30 años he vivido y experimentado a su lado. Santiago dedicó toda su existencia al deporte, a su Recre, gerente del cine Emperador, también sacó tiempo para ser concejal de UCD en las primeras elecciones democráticas y acumuló premios deportivos. El mayor lo recibió en 2004: la Medalla de Huelva otorgada por el Ayuntamiento.

Será hermoso que todos recordemos a nuestro Santiago Cotán-Pinto y Núñez como lo que demostró ser: la bondad personificada. Llevaba Huelva en las venas y Gibraleón, su pueblo, en la sangre. Santiago ha sido imprescindible en la historia de Huelva. A partir de hoy, tras ser incinerado, será eterno e inmortal.

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