El colegio Juan Ramón lleva 21 días sin calefacción en plena ola de frío

LA DEUDA EN LA QUE NOS HA METIDO ESTE GOBIERNO SOCIALISTA DA PARA ESO Y MAS.JUAN REBOLLO

Llevan ya tres semanas pasando mucho frío. Los alumnos y profesores del colegio Juan Ramón Jiménez están sin calefacción prácticamente desde que regresaron de las vacaciones de Navidad. En esas condiciones es muy difícil atender debidamente ya que son cinco horas por la mañana y por la tarde, muchos de ellos regresan a este centro escolar de Pérez Cubillas para las actividades extraescolares.

Son en total, 117 estudiantes que permanecen en clase con los chaquetones y en muchos casos, hasta con los guantes. Su problema es que pasan frío y en algunas aulas, mucho frío.

Una de las clases más afectadas es uno de los grupos de 6º de Primaria. Sus trece alumnos se apañan con un radiador y, sobre todo, con mucha ropa. Esos son los casos de Richard, Rocío, María y Yasmine que dan fe de lo mal que se pasa y lo que cuesta prestar la atención debida cuando el frío sube por las piernas y las manos están heladas.

La directora del colegio, Yolanda Ramos, explicó ayer que el sistema de calefacción estaba funcionando correctamente hasta hace tres semanas, "aunque al parecer la bomba estaba señalada como una de las que podrían dar problemas, al igual que en otros cuatro colegios de la ciudad".

La situación ha sido puesta en conocimiento tanto de la Delegación Provincial de Educación como del Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE), que es el organismo encargado de la construcción y de la equipación de los centros educativos. La respuesta que el colegio ha recibido no es muy esperanzadora ya que "nos han indicado que por el momento no se puede hacer nada".

El problema estriba en una avería que afecta a la bomba de calor y las filtraciones de agua que llegan hasta el depósito de combustible: "La verdad es que los técnicos de mantenimiento del ISE han estado viniendo cada cierto tiempo, como es lo habitual, pero esto ya no es un problema de mantenimiento, sino de arreglar o de cambiar la bomba de calor".

Cada clase se busca sus remedios para lograr una temperatura idónea o el menos llevadera. El colegio dispone de cuatro estufas y hay algunos profesores que incluso se llevan calefactores particulares. Sin embargo, tampoco pueden abusar de estos aparatos de calefacción eléctricos, porque saltan los plomos.

Tanto docentes como alumnos temen que no haya una respuesta adecuada a este problema y tengan que acabar el curso en esta situación. La directora se pregunta por qué no se arregló la bomba "cuando se hicieron las obras en el colegio que se prolongaron tres años".

Tras esos tres años de trabajos, el centro escolar presenta unas buenas instalaciones, aunque le queda la asignatura de la calefacción. La reforma del edificio se comenzó a reivindicar en 2004 y llevó a los padres a realizar diversas movilizaciones. Fue en 2006 cuando dieron comienzo los trabajos que, en un principio, eran para un año y al final fueron esos tres. Con el proyecto de rehabilitación, al centro se le dotó de un nuevo gimnasio, un nuevo patio de recreo y por último se renovaron los cuadros de electricidad.