domingo, 29 de agosto de 2010

Emboscada de una turba de islamistas a la Policía en Ceuta

DIGO Y REDIGO ESTE BARRIO DEL PRINCIPE DEBIO SER DEMOLIDO A TIEMPO ES UN FOCO DE DROGA Y DE EXTREMISTA ISLAMISTA CON SU MEZQUITA INCLUIDA Y SI ESPAÑA NO PONE DERECHO ESTE ASUNTO VEREMOS PRONTO LO QUE MARRUECOS NOS TIENE PREPARADO ANTE UN GOBIERNO BLANDENGUE QUE LE QUITA EL CHAPIRI A LA LEGION Y LE PONE UNA BOINA GRANA ASIN NO NOS TIENEN NI RESPETO Y NOS VAN A COMER CON PATATAS.JUAN REBOLLO

R. R. B. Madrid./ Los incidentes en la frontera con Marruecos parecían haber desaparecido tras la visita del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a Rabat. Sin embargo, el pasado miércoles una nueva revuelta, esta vez en Ceuta, volvía a fijar la vista en las siempre frágiles relaciones entre Marruecos y España.

A las 19.30 horas, varios agentes de la Policía Nacional detectaron el robo de un vehículo y comenzaron una persecución. El coche con los ladrones dentro se introducía en el barrio musulmán de El Príncipe, situado junto a la frontera con Marruecos.

Al avanzar unos metros –en un descampado junto a la mezquita–, los ladrones abandonaron el vehículo y continuaron a pie. Los agentes a la carrera detuvieron a uno de sus ocupantes, un marroquí de 43 que responde a las iniciales M. M., e identificaron a otro, que sin embargo consiguió huir. Mientras los agentes le leían los derechos al arrestado, un grupo conformado por unos 200 jóvenes de entre 14 y 20 años comenzó a rodear a los agentes.

El comunicado de la Policía continúa la historia: “Inmediatamente, tales personas, sin cesar de proferir insultos y amenazas, comenzaron a lanzar piedras sobre los policías, que se vieron en la necesidad de solicitar la colaboración de otras dotaciones policiales”.

La Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía se mostró convencida de que la turba actuaba organizada. No en vano contaban con pasamontañas con los que ocultar sus rostros y actuaban a las órdenes de varios cabecillas, entre los que la Policía detectó al cómplice del robo que dio origen al conflicto. La propia jefatura calificó el levantamiento de “brutal ataque” contra los efectivos policiales.

Al llegar junto a los agentes, los vecinos se dividieron en pequeños grupos y se situaron en distintos puntos rodeándoles. Comenzaron a lanzar piedras y proferir insultos visiblemente alterados. Los agentes, tapados bajo sus cascos, no podían ni siquiera huir ante la lluvia de piedras que les caía encima.

Tras los refuerzos policiales (unos 20 agentes intervinieron), el grupo de radicales ya había alcanzado las 200 personas. Las pedradas alcanzaron a dos vehículos e hirieron a tres agentes.
Según la jefatura, los agentes atacados detectaron cómo los citados cabecillas “impartían instrucciones a los agresores”, lo que constata claramente que se trataba de un movimiento organizado. “El ataque fue especialmente violento”, señaló el comunicado de la Policía.

El conflicto se prolongó durante más de media hora y no finalizó hasta que los refuerzos llevaron el material antidisturbios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario