Los dos acusados por el apuñalamiento mortal de un joven en la avenida Cristóbal Colón de Huelva, ocurrido el 23 de octubre de 2009 a plena luz del día, se enfrentan a una condena de 40 años de prisión. La Fiscalía considera a los inculpados -cuyas identidades son J.M.B.B. y M.M.V.- responsables de un delito de asesinato, por el que solicitará 20 años de cárcel para cada uno de ellos en el juicio, que se celebrará el próximo julio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y que quedará en manos de un jurado popular.
El apuñalamiento que hace año y medio acabó con la vida de J.A.N.P. en la barriada del Carmen fue el desenlace fatal de una historia que había comenzado apenas 20 minutos antes en la A-49 por una rivalidad al volante, según afirmaron los propios acusados y algunos testigos en sus primeras declaraciones en la fase de instrucción, versión que fue confirmada por la Policía Nacional que llevó a cabo la investigación y las detenciones.
Aquel día, el vehículo en el que viajaba el fallecido junto a su compañera sentimental se encontró (en dirección a Huelva) con el coche que ocupaban los dos inculpados y una tercera persona (una mujer), que en ningún momento se llegó a bajar del turismo y que ha quedado como testigo en la causa.
La víctima pidió paso al coche ocupado por los jóvenes que presuntamente le quitaron la vida poco después, que circulaba por el carril izquierdo de la autovía, y al no cederle el paso, la víctima optó por adelantarlo por la derecha.
A partir de ahí, entre acelerones y adelantamientos, los dos vehículos llegaron a la capital al mismo tiempo y sin perderse de vista. Cuando llegaron a la altura de la avenida del Ancla, un semáforo obligó a ambos coches a parar. La víctima se bajó de su vehículo llevando en sus manos una barra metálica y tanto el conductor del segundo turismo, J.M.B.B., de 24 años, como su acompañante, M.M.V., hicieron lo mismo, y comenzó una pelea. En el transcurso de la reyerta, M.N.V. apuñaló supuestamente a la víctima hasta en tres ocasiones, dos en el tórax y una tercera en la mano, una herida de defensa mientras el otro acusado agarraba a la víctima, y no hizo nada por impedir la agresión, según mantiene el Ministerio Fiscal en su escrito. La víctima quedó tendida en el suelo, mientras sus presuntos asesinos huyeron del lugar.
A partir del 4 de julio, cuando está previsto que comience el juicio en la Audiencia (se han señalado tres jornadas consecutivas), pasarán por la sala casi una veintena de testigos, incluidos los miembros de la Policía Nacional que se ocuparon del caso desde el primer momento. Entre las pruebas periciales que pide la acusación pública, figuran los testimonios de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Huelva (IML) que realizaron el informe de la autopsia al fallecido, así como expertos del Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla y Madrid, que examinaron muestras procedentes de la víctima.
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