Para algunos es sólo deporte y para otros se ha convertido en una terapia vital. Desde las primeras horas de la mañana, el carril bici de Marismas del Odiel está lleno de onubenses ‘no motorizados’ ya que sólo se permite la entrada a peatones, ciclistas o, como mucho, a patinadores. El camino verde comienza en el Puente Sifón y termina en la playa de El Portil, un magnífico fin de travesía, eso sí, sólo al alcance de los valientes que consigan recorrer los 15 kilómetros de carril. Pero la mayoría de los que ayer paseaban, andando o en bici, confesaron que llegan hasta la mitad del carril y vuelven al principio. Todos lo hacían por placer y ¡qué placer!, alejados de la ciudad, a tan sólo unos kilómetros de ella, e inmersos completamente en un paraje natural junto a flamencos y todo tipo de aves que les acompañan en el paseo.
“Esta es mi Huelva” decía Rafael Martínez, orgulloso de ser onubense y de que “nuestra tierra nos regale este tipo de espacios totalmente accesibles para todos y abierto las 24 horas del día” como si los onubenses fueran unos habitantes más del paraje.
El recorrido comienza en el puente Sifón con dos kilómetros hasta la otra orilla desde donde se entra de lleno en el paraje. Salinas y marismas reciben a los visitantes humanos del paraje junto a, si se tiene suerte, algunos flamencos que campan por allí a sus anchas. Están en su casa. Son casi ocho kilómetros de camino verde completamente llano. A partir de entonces, se entra en la zona de pinares y eucaliptos donde el terreno se hace más inestable, haciendo las delicias de los ciclistas y patinadores más preparados y aventureros. Y así hasta El Portil donde, si hace buen tiempo, espera un buen baño seguido de unos minutos al sol. Una jornada así seguro que alarga la vida.
Por lo visto se ha puesto de moda. Muchos se han apuntado al carro de la vida saludable, eso sí, siempre que el trabajo y el resto de obligaciones lo permita aunque hay quien prioriza su paseo por Marismas del Odiel a cualquier otra actividad. Jubilados, parados, funcionarios o estudiantes empiezan o acaban el día en el paraje onubense.
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