jueves, 29 de abril de 2010

Una mujer fallece en cinco días tras picarle un insecto en su floristería

29/04/2010 Odiel / Laura Brito
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María del Carmen, de 38 años de edad, era la dueña de la Floristería Las Colonias, en el número 103 de la avenida de Cristóbal Colón, encargada del negocio desde que su madre falleció. Pero dos picaduras de un insecto, hasta el momento desconocido, acabaron con su vida en tan sólo cinco días. Una tragedia que mantiene conmocionada a toda la barriada.

Según vecinos de la zona consultados por ODIEL Información, todo se remonta al martes 20 de abril, cuando María del Carmen “recibió una partida de flores desde México, que presuntamente contenía algún tipo de insecto que le picó dos veces”. Un incidente por el que la florista acudió de inmediato al Servicio de Urgencias, donde le pusieron una inyección y la mandaron a casa. Según narraron estas mismas fuentes, María del Carmen “despertó mucho peor al día siguiente, con malestar y mucha fiebre”, y acudió al Hospital Juan Ramón Jiménez, donde fue ingresada ese mismo día. El pasado domingo, 25 de abril, la mujer falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro hospitalario supuestamente por una sepsis (infección generalizada producida por una bacteria), que podría ser por esa picadura o por cualquier otra cuestión ajena a las flores recibidas. Según pudo saber este periódico, la familia continúa a la espera de los resultados de pruebas realizadas a la víctima para esclarecer lo ocurrido. En la tarde de ayer, la tienda seguía cerrada al público.

La barriada está aún impactada por el suceso, la muerte de una mujer “en menos de una semana y sin ningún tipo de enfermedad”, algo que calificaron de “un mazazo a Las Colonias”. Los vecinos de la barriada, y clientes de su floristería, aún la recuerdan como “una bellísima persona, una buena mujer, a la que conocemos desde que su madre estaba al frente de la tienda, hace ya unos 30 años, su madre se llevó toda la vida con las flores, y ella continuó porque tenía las manos de oro, era capaz de hacer un centro para la Virgen o poner las flores de una boda”. Para ellos, su muerte “es un trauma”, y ha dejado vacía esa pequeña esquina de la avenida de Cristóbal Colón, tan visitada por los vecinos.

Sin embargo, ninguna de las personas consultadas por este periódico teme por una futura picadura de un insecto, pues “nunca hubo ningún problema en la tienda, no tenemos miedo y aún no se ha confirmado que haya sido realmente por un insecto, la familia sigue a la espera”. De cualquier modo, la muerte de María del Carmen ha llegado a todos los rincones del barrio y a muchas de las floristerías de la capital, que recuerdan que la florista “estaba muy mal, con fiebre, y con el brazo inflamado”.

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