martes, 26 de mayo de 2009

Asesinaron a 5 policías bonaerenses en 5 meses

LA PLATA.- Un subteniente de 41 años fue asesinado a tiros por dos delincuentes en La Matanza y se convirtió en el quinto policía bonaerense caído en servicio en lo que va del año. Durante todo 2008 hubo ocho homicidios de integrantes de esa fuerza.

La víctima, Marcelo Luis Pascua, estaba casado y era padre de dos varones, de 5 años y de 8 meses. Por un llamado al número de emergencias 911, había acudido a las 6 de ayer, junto con otro compañero, a una propiedad que estaba siendo asaltada, en Entre Ríos 43, de la localidad de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. No llevaba su chaleco antibalas reglamentario, según se informó oficialmente.

Pascua se desempeñaba desde hacía cinco años en la comisaría distrital Noroeste 3a. de Villa Luzuriaga. Había ingresado en la policía bonaerense en 1998. Su último ascenso había sido en enero pasado. Sus compañeros lo definieron como un "buen policía", pero en especial, una "excelente persona".

Todo comenzó cuando el dueño de casa de la calle Entre Ríos, identificado por la policía como Roberto Klekop, de 55 años, acababa de salir de esa vivienda en su camioneta Renault Kangoo, para dirigirse a su trabajo.

Los dos ladrones interceptaron el paso del vehículo. Acto seguido, y mediante amenazas con armas de fuego, lo obligaron a ingresar en la vivienda. Los asaltantes se dirigieron a las habitaciones y amenazaron a la esposa del hombre y a sus dos hijos mellizos, quienes dormían.

Un vecino de la familia, que observó el momento en el que los delincuentes sorprendían a Klekop, llamó al 911, de emergencias policiales.

Pocos minutos después, se hizo presente un móvil de la comisaría de la zona, que patrullaba la zona. De acuerdo con un informe del Ministerio de Seguridad, Pascua, junto a otro subteniente de apellido Pérez, ingresaron en la casa por un pasillo, ya que la puerta estaba entornada.

Pero Pascua y Pérez fueron recibidos a los tiros por los delincuentes. Los policías repelieron la agresión. En el intenso tiroteo, Pascua recibió dos disparos en el pecho y quedó caído en el piso, mientras que los asaltantes lograron escapar corriendo hasta un automóvil, que habían dejado estacionado en la puerta.

Pascua, quien no llevaba colocado su chaleco antibalas al momento del hecho, fue auxiliado por su compañero, pero falleció antes de que pudiera ser atendido por los médicos.

Los investigadores buscaban un automóvil Fiat Duna o un Peugeot 307, en el que pudieron haber escapado los delincuentes.

"A la familia del policía le decimos que lo lamentamos mucho, que lo sentimos en el alma. La crisis, la angustia vivida está todavía a flor de piel. Es inexplicable. En mi casa sólo hay destrucción, parece que rompieron las cosas con martillos", dijo Erica Klekop, la hija del dueño de casa, de 27 años.

Según Emiliano, el otro hijo de Klekop: "Dentro de mi casa se dispararon más de diez tiros, pero por suerte a nosotros no nos pasó nada. Sólo le dieron un culatazo a mi papá. Cuando terminó el tiroteo, vimos al oficial en el suelo y a los delincuentes que se escapaban por el fondo de casa".

"Pascua era muy buen policía. Pero sobre todo era una muy buena persona y excelente compañero", dijo a LA NACION su jefe, el capitán Claudio Soplan.

La víctima tenía un sueldo de 3400 pesos. Para poder llevar más dinero a su casa, cobraba 900 pesos por hacer horas adicionales de vigilancia en un supermercado de Ituzaingó, ciudad en la que vivía con su familia.

"Después de trabajar 16 horas en la comisaría, se iba al supermercado para hacer horas adicionales. Se desvivía por su mujer y sus hijos", dijo un jefe policial que compartió muchas horas de trabajo con Pascua.

Entre dolor y llanto, una compañera de la seccional policial agregó: "Estos días estaba muy contento porque estaba preparando una celebración importante para su bebe".

Los restos del policía eran velados anoche en Cochería Paraná, de Ituzaingó, en Olivera 1018, y el cortejo fúnebre partirá hoy, a las 12.30. La inhumación se realizará hoy a las 13, en el Cementerio Parque Hurlingham, en Kiernan y San Juan, del partido de Hurlingham.

Pascua se convirtió en el quinto policía bonaerense asesinado en acto de servicio. La trágica lista comenzó con el homicidio de Aldo Garrido, ocurrido el 17 de febrero pasado en San Isidro. Tres días después mataron a Javier Melizza, en Villa Maipú, partido de San Martín.

El 26 de febrero, en San Francisco Solano, fue asesinado Claudio Santillán y el 11 de marzo pasado, en la localidad platense de Lisandro Olmos, fue acribillado Miguel Angel Martínez. Los cinco fueron asesinados cuando intentaron detener a delincuentes armados.

En tanto, en lo que va del año fueron asesinados cuatro integrantes de la Policía Federal, dos de ellos era personal retirado. En 2008 hubo ocho uniformados de esa fuerza de seguridad que murieron en enfrentamientos con delincuentes.

Con la colaboración de Eduardo D´Argenio y Gabriel Di Nicola

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