Francia abre una base militar permanente en el Golfo

JUAN PEDRO QUIÑONERO | PARÍS
Miércoles, 27-05-09
Por vez primera desde hace cincuenta años, tras la independencia de sus antiguas colonias africanas, Francia inauguró ayer fuera de sus fronteras una base militar «interarmas» -naval, aérea y terrestre-. Está ubicada en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), en una de las encrucijadas más estratégicas del planeta, el estrecho de Ormuz -la puerta al golfo Pérsico, apenas a 250 kilómetros de las costas iraníes-. Ayer fue inaugurada solemnemente por el presidente de la República, Nicolas Sarkozy.
La base naval, en el puerto de Mina Zayed, cuenta con 300 metros de muelles acondicionados para el atraque de submarinos nucleares y portaaviones, y servirá de base permanente para el buque espía «Dupuy de Lòme». La instalación aérea está ubicada en el aeródromo militar de Al Dhafra, y contará con una dotación también permanente de escuadrillas de cazabombarderos Rafale y Mirage. En cuanto a la base terrestre, se halla en Madinat Al Zayed, en pleno desierto, y tendrá desplegados medio millar de hombres especializados en guerrilla urbana.
«Coto cerrado»
El golfo Pérsico y su puerta de entrada, el estrecho de Ormuz, han sido históricamente un coto cerrado reservado a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y el Reino Unido. El presidente Sarkozy anunció en enero de 2008 una inflexión estratégica de la presencia francesa en la escena internacional. Quince meses más tarde, Sarkozy inauguraba ayer en Abu Dhabi la primera base militar francesa en la región, y la tercera en el Índico (Isla Reunión y Djibuti).
El presidente Sarkozy razonaba así la presencia militar de Francia en el Golfo: «La creación de la base de Abu Dhabi es un nuevo signo del proceso en curso de adaptación de Francia a los nuevos desafíos, Francia está dispuesta a participar de manera activa en la nueva geografía de la seguridad mundial. En el golfo Pérsico se juega buna parte de nuestra seguridad y la seguridad europea. Es normal que Francia asuma plenamente responsabilidades directas en esa región. Los Emiratos deben saber que su seguridad está ligada a la nuestra. Atacar a los emiratos sería atacar a Francia».
A sólo 250 kilómetros de Irán, tales palabras dan a la nueva base militar francesa una importancia simbólica, militar y estratégica evidentes. Poner pie en el coto de Washington y Londres en la región es un símbolo evidente del impulso exterior que Sarkozy pretende dar a Francia. La presencia permanente en el estrecho de Ormuz de un navío de guerra francés especializado en espionaje militar, el «Dupuy de Lôme», permitirá a Francia gozar de información propia, cuando nadie puede descartar un nuevo bombardeo israelí de instalaciones nucleares iraníes. En cuanto a la importancia estratégica, Francia se instala militar y políticamente en el Golfo como un actor privilegiado, justo cuando vuelve a asumir responsabilidades en la Alianza Atlántica y su organización militar integrada.