miércoles, 8 de abril de 2009

Para esto necesitamos ADSL a no sé cuántos gigas

Por SOITU.ES


El nombramiento de Ángeles González-Sinde como ministra de Cultura ha armado un importante revuelo entre los internautas. Esto se debe a las posturas que, en más de un ocasión, ha expresado la ex presidenta de la Academia de Cine sobre el canon digital e internet. "Seamos todos sinceros, ¿para qué necesitamos ADSL a no sé cuántos gigas? ¿para mandar emails?", se preguntó hace un año en un desayuno informativo. Esta frase le ha estallado en la cara con motivo de su nombramiento, ya que los foros de internet han devuelto esas declaraciones a primera fila de la actualidad. Tal es el revuelo que hasta Fernández de la Vega ha tenido que asegurar, en la rueda de prensa que ha seguido al Consejo de Ministros de hoy, que "van a contar con los internautas" y que estos tendrán un "papel importante en la cultura".


Pero, por mucho que diga la nueva ministra, un buen número de gigas puede servir para descargarse vídeos, textos o música bajo licencias libres, ya que no todas las descargas se realizan sin permiso. Algunas páginas como pixbox o filmotech, por poner dos ejemplos, permiten las descargas de música y cine por streaming, lo que exige un buen ancho de banda.

Del mismo modo, un ancho de banda aceptable puede hacernos la vida más fácil si queremos comunicarnos con otra persona a través de un sistema de videoconferencia, como skype o gtalk.

Otro de los problemas es el juego en red, que requiere una notoria capacidad. Y es que se están dando pasos muy importante en este campo, como la presentación de onlive, una plataforma de videojuegos online que permite disfrutar de juegos que antes se distribuían en formato físico. Otro motivo que hace necesario un gran ancho de banda.

Y tampoco la nueva ministra tuvo en cuenta qué ocurre si varios ordenadores están conectados al mismo tiempo utilizando la misma línea. ¿Qué ocurriría si una de esas personas está jugando en red, otra hablando por skype, una tercera descargándose música de forma autorizada y una cuarta está viendo en línea el tráiler de 'Mentiras y gordas', la película escrita por la nueva ministra de Cultura? Pues, seguramente, en una situación así, habría atasco asegurado. Sobre todo si tenemos en cuenta que el ancho de banda es necesario si queremos ver los vídeos promocionales de la película de la ministra que ocupan 22 megas para 1 minuto y 21 segundos.

No es menos significativo el número de gente que, para trabajar de forma óptima, depende del ADSL. En una de las noticias publicadas por soitu sobre González-Sinde, un usuario ha dejado el siguiente comentario: "A todos aquellos que, como la ministra, creen que cuando la gente quiere más ancho de banda es para piratear: somos miles los profesionales autónomos los que NECESITAMOS la mejor conexión posible para llevar a cabo nuestro trabajo. Yo soy fotógrafo. Mis clientes necesitan que les envíe documentos de alta resolución con mucha frecuencia. Es muy frecuente que mande hasta 400 Mb varias veces al día. Los diseñadores, editores, músicos, dibujantes, realizadores, productores, creativos, consultores, directores de arte y tantos otros trabajadores de la industria de la comunicación somos consumidores de gigabytes".

Otro debate, aunque bastante relacionado con el que ahora nos ocupa, es el de los servicios de banda ancha que no garantizan a los usuarios la velocidad ofertada, ya que por ley los operadores no están obligados a proporcionar al usuario final más que un 20% de esa velocidad. Es un tema en el que se involucró directamente el ministro Sebastián, aunque el tiempo está demostrando que eran fuegos de artificio y el resultado no ha sido el que muchos esperaban. Quizás si se cumpliese lo ofertado, muchos estarían dispuestos a prescindir de algún que otro giga para regocijo de González-Sinde.

Mientras la ministra se preocupa por 6MB, en Japón las conexiones que llegan a los hogares son de 100MB mínimo y la operadora KDDI ha anunciado para el próximo mes de octubre un servicio de banda ancha de 1Gbps. Todo ello por menos de 6.000 yenes (unos 45 euros).

¿Deberíamos volver a los módems de 56kbps? ¿Alguien cree que sería posible, no sólo teniendo en cuenta la cantidad de nuevos servicios y herramientas disponibles que aprovechan el ancho de banda, sino también porque las mismas páginas webs de texto han aumentado de forma considerable el peso de sus archivos?

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