Rafael Poch | Berlín. Corresponsal | 01/02/2010 | Actualizada a las 00:58h | Internacional
La fiscalía de Berlín ha iniciado una investigación contra desconocidos por abusos sexuales a menores, después de que el rector del reputado colegio jesuita de la ciudad informara de que se produjeron tales casos, en una carta remitida a 600 ex alumnos de la institución. Los hechos se produjeron en los años setenta y ochenta en el Colegio Canisio de educación secundaria, uno de los tres centros de enseñanza secundaria que los jesuitas tienen en Alemania. Sus autores fueron dos sacerdotes, profesores de religión y educación física, ninguno de los cuales trabaja actualmente en el centro.
Uno de los ex profesores niega los cargos, mientras que el otro, de 65 años y residente en Chile, se declara profundamente arrepentido y afirma haber confesado sus delitos ante la orden y el Vaticano ya en 1991, según informes de prensa.
Desde que la fiscal Ursula Raue asumiera el caso hace unos días, el número de ex alumnos que declaran haber sido víctimas de los dos sacerdotes ha pasado de 3 a 22. Se trata de alumnos que entre los años 1975 y 1983 tenían entre 13 y 16 años de edad. "No tenemos noticias de penetraciones", declaró la fiscal.
Algunos ex alumnos han explicado que fueron objeto de abusos sexuales en los sótanos del colegio, que lleva el nombre de San Pedro Canisio (Pieter Kanijs), un jesuita holandés "martillo de herejes" del siglo XVI. El colegio está emplazado en el centro de Berlín, en la que fuera sede berlinesa del Consorcio Krupp, un estrecho aliado industrial de Hitler.
Un grupo de siete alumnos escribieron en 1981 una carta al colegio y al obispado notificando los abusos, sin que hubiera respuesta, explicó el viernes un ex alumno al diario Berliner Morgenpost, que citaba "decenios de abusos" y de "por lo menos dos" sacerdotes implicados.
El rector del colegio, Klaus Mertes, ha puntualizado que los desmanes se produjeron en un plazo de ocho años, no durante decenios, y que no hay más de dos ex profesores implicados. Otro ex alumno ha calificado de "secreto a voces", la práctica de abusos sexuales en el colegio en aquella época. Mientras tanto, otros dos colegios jesuitas alemanes, uno en Hamburgo y otro en la Selva Negra, por los que podrían haber pasado los profesores de Berlín, podrían haber sido también escenario de casos de pederastia. Al haber pasado más de diez años desde la mayoría de edad de las presuntas víctimas, todos estos casos habrían prescrito como delitos.
"La Iglesia padece homofobia, se silencia la homosexualidad, los clérigos con esa inclinación se sienten inseguros de si con una adecuada actitud hacia su sexualidad podrían ser aceptados", ha dicho el rector del colegio. El Provincial de los jesuitas de Alemania, Stefan Dartmann, ha expresado la "pena y vergüenza" que le suscitan los crímenes de sus compañeros.
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