ANA M. PI | VALENCIA
Un accidente de tráfico registrado alrededor de las 13 horas de ayer en el término municipal de Buñol (Valencia) acabó con seis personas fallecidas y otras tres heridas de carácter leve. El siniestro tuvo lugar en el kilómetro 314 de la autovía A-3, en sentido Madrid, después de que un camión articulado colisionara con una furgoneta en la que viajaban nueve personas. Se trata del accidente más grave sufrido por turismos en lo que va de año en las carreteras españolas.
Cinco hombres y una mujer perdieron la vida como consecuencia del grave impacto y los otros tres -dos varones de 52 y 24 años y una mujer de 22 años- fueron trasladados al Hospital del municipio de Requena con policontusiones. De acuerdo con las primeras pesquisas, los seis fallecidos, al igual que los tres heridos, eran de nacionalidad rumana, según informó el delegado del Gobierno valenciano, Ricardo Peralta.
Por su parte, el conductor del camión, que realizaba el trayecto Oliva-Toledo, resultó ileso. El hombre, de nacionalidad española, explicó a la Guardia Civil que cuando se dio cuenta «ya estaba encima de la furgoneta», sin tiempo de reaccionar para evitar el accidente.
Según las primeras investigaciones, el siniestro se produjo cuando el vehículo en el que viajaban los rumanos en dirección a Valdepeñas, una Citroën Jumper, fue arrollado por el camión cuando permanecía estacionado en el arcén de la autovía, mientras su conductor trataba de reparar una avería.
Dos unidades SAMU, un Soporte Vital Básico, un helicóptero de la Generalitat y una veintena de guardias civiles se trasladaron hasta el lugar del suceso, donde los Bomberos localizaron a los fallecidos, que se encontraban atrapados debajo del vehículo siniestrado, mientras retiraban el camión de la carretera. Los cadáveres fueron trasladados de inmediato hasta el Instituto Anatómico Forense, donde se les practicó la autopsia.
Ricardo Peralta evitó responder a si los ocupantes de la furgoneta eran temporeros y afirmó que lo importante es «levantar los cadáveres, avisar a los familiares y a las autoridades consulares y prestar asistencia a los heridos que es lo que están haciendo». Asimismo, el delegado del Gobierno se puso en contacto con la embajada de Rumanía para comunicar la identidad de las víctimas.
La magnitud del accidente hizo que la autovía A-3 permaneciera cortada durante cuatro horas entre los kilómetros 314 y 322 en sentido Madrid, mientras se retiraban los restos desprendidos de los vehículos como consecuencia de la colisión. El tráfico fue desviado por la carretera Nacional III, lo que originó cinco kilómetros de retenciones.
El peor suceso de 2009
Este trágico suceso tiñe de negro las cifras positivas del balance de la «operación verano 2009» desarrollado por la Dirección General de Tráfico (DGT), según el cual el periodo estival habría acabado con 70 muertos menos que en 2008 en las carreteras de España. Durante este año, otros cinco siniestros de estas características se han saldado con al menos cuatro víctimas mortales. El último de ellos se produjo el pasado 17 de agosto, cuando cuatro obreros de nacionalidad portuguesa que se dirigían a Madrid fallecieron en la autovía AP-6, en la provincia de Segovia.
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