20MINUTOS.ES. 03.09.2009 - 15.32 h
La historia de Enrique Milla, de 62 años, es de las que hacer chirriar muchas dentaduras. Casado desde hace 25 años, Milla, que reside en el sur de Florida, acudió a la consulta de un urólogo para tratarse una disfunción eréctil. Un implante de pene pondría solución a sus problemas. Pero algo salió mal.
Según Cbs4.com, a Milla, que es diabético, se le gangrenó el miembro viril tras la operación, por lo que se le tuvo que amputar de urgencias. Ahora Milla ha demandado al médico que lo operó y lo acusa de negligencia, porque, como cuenta su abogado, Spence Aronfeld, "el médico debería haber desaconsejado la intervención", teniendo en cuenta sus antecedentes de diabetes mal controlada, lo que eleva el riesgo de infecciones y malas cicatrizaciones.
Vivirá el resto de su vida sin su pene"Vivirá el resto de su vida sin su pene", ha dicho Aronfeld. " Cuando orina, tiene que hacerlo sentado, como una mujer. No puede ir a la playa. No puede hacer el amor con su mujer. Desde la operación no ha vuelto a trabajar. Vive prácticamente aislado", concluye su abogado.
Milla ha presentado demandas por los daños causas. Su mujer también.
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