miércoles, 16 de septiembre de 2009

El 'Estado dorado' pierde brillo por el recorte del gasto público

Emilio Renero | Los Ángeles (Estados Unidos), lector corresponsal | 13/09/2009 | Actualizada a las 15:52h | Lectores corresponsales

Todo parece indicar que a la soleada California le vino la noche de la incertidumbre y de la penuria económica, amenazando con quedarse permanentemente. El tradicional 'Estado Dorado', motivo de tantas postales, filmes y ensueños que alentaron a gentes provenientes de todas partes del mundo, económica, social y políticamente hablando vive sus horas más bajas. Ni más ni menos que el resto del país, aunque ciertamente en California, Estado que representa el 13% de la economía estadounidense y que aporta el 11% de la mano de obra laboral nacional, el dramatismo es mayor, por ser considerada ancestralmente una potencia mundial.

PERFIL DE EMILIO RENERO


Profesión: periodista, aventurero y trotamundos. Regento un pequeño negocio de importación y exportación de ropa en México, donde también he vivido
Vivo en... Los Ángeles (Estados Unidos), pero nací en Gornazo, Cantabria
Desde... Hace 3 años, aunque desde 1988 he ido y viniendo a España con carácter alternativo


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El pasado lunes se celebró el denominado 'Labor Day' o Día del Trabajo con la sensación generalizada de que no había nada que celebrar ni de que descansar. El trabajo, - un privilegio cada vez más de unos pocos - ya no alcanza a la mayoría de la población labora, y la angustia y escepticismos reinantes en el estado californiano, y especialmente en la ciudad de Los Ángeles, restó toda ampulosidad y carácter festivo a la celebración.

Como hay que hablar inevitablemente de cifras, no queda más remedio que hacerlo aunque evidentemente cuando esta crónica salga a la luz los guarismos que aquí aparecen habrían quedado desfasados por la espiral creciente y diaria de más desempleo, recortes sociales y estrechez económica a todos los niveles, paradójicamente en el Estado más rico, de la Unión americana, que pasa y padece la crisis económica más grave desde el famoso crack del año 29, Algo que las nuevas generaciones sabían de oídas, y que algunos sobrevivientes de aquella época recuerdan.

Evidentemente para el grueso de la población esta situación es inaudita e inconcebible. La frase que se repite una y otra vez en boca de cualquiera, sea cual sea su posición social y laboral: "Jamás imaginé poder ver esto en este país". Pero el Estado de California es uno de los más afectados a nivel nacional, y en donde la tasa de desempleo alcanza el 13%, golpeando con más insistencia a familias latinas y afroamericanas. No obstante lo peor está aun por venir, según el Economica Policy Institute, y tal y como van las cosas a mediados del 2010, para los más desfavorecidos se podría llegar a la cifra mareante del 17% de desempleo. Estas informaciones y la sensación del trabajador y ciudadano en general que percibe a diario a nivel de calle que esta situación no se arregla a corto plazo, sumen a la sociedad californiana y nacional en una sensación de desasosiego e incertidumbre que se multiplica por cien dado que son circunstancias que, como se señalaba anteriormente, nunca se habían dado en este país.

Todo ello hace que en California ya no brille el sol de la abundancia como fuera antaño. Sin trabajo y sin dinero en la cartera, la situación ha forzado al éxodo de más de un millón de personas en el ultimo año, aunque aquí paradójicamente eso no se nota, porque la marea lacerante de la hambruna proveniente de Latinoamérica llega a sus puertas cada día para reponer la ausencia de los que se van, sin saber que aquí no hay presente ni futuro al menos de momento. Según los últimos datos en dos años desde el 2007 se han eliminado casi un millón de puestos de trabajo en el "área angelina" y el número sigue en aumento cada día. No hay mejora de ningún tipo, según informes de California Budget Projet (CBP), aunque aquí también no se consuela el que no quiere, si tenemos en cuenta que a nivel nacional, Michigan Rhode Island y Nevada, superan a California en número de desempleados.

No obstante, este dato no es sino mera anécdota para quienes tienen que buscar trabajo a diario en la ciudad de Los Ángeles, donde según las estimaciones hay ocho aspirantes para cada puesto de trabajo. La desproporción es evidente y descorazonadora a todas luces. Esta observación estaría en consonancia con los datos publicados por el denominado Índice de Competitividad Laboral, en donde se dice que en comparación con las 50 ciudades más populosas del país, para acceder a un puesto de trabajo, la ciudad de Los Ángeles, ocuparía el puesto 47 en el índice de dificultad sólo superada por Riverside, ciudad sureña limítrofe con la gran urbe angelina, Miami y Detroit.

Trabajo para pocos, hambre para muchos
Obviamente, al no haber trabajo se resiente todo el entramado social. California, viene padeciendo un déficit fiscal tremendo acorde con la crisis económica, en un desfase estimado en 42 mil millones de dólares. Si el Estado de California no tiene dinero, debe sacarlo de donde sea. El problema es que el gobernador Arnold Schwarzenegger, ha tirado por la calle de en medio y, en un alarde más de su lamentable gestión, el otrora actor decidió hacer recortes drásticos en "áreas tan delicadas como la enseñanza, la salud y todo tipo de prestaciones de "índole social. Las críticas de los ciudadanos y la entonación del mea culpa por parte del gobernador, calificando los recortes como "inevitables", no han servido para calmar la situación, todo lo contrario, han producido el aumento del desasosiego ya reinante, especialmente entre las clases más desfavorecidas a quienes los recortes y la crisis les pegan de lleno en sus vidas. Las manifestaciones y protestas estuvieron a la orden del día nuevamente, para repudiar semejantes medidas.

En el drama cotidiano de quienes nada tienen por haberlo perdido todo, sin ayuda y sin trabajo, surgen inevitablemente algunos organismos como los denominados Bancos de Comida, - unos 500 – en todo el área de Los Ángeles, cuya actividad se ha incrementado en un 31%, como consecuencia del más de medio millón de desempleados que existen en todo el condado angelino. Y de aquí el desglose cifras significativas. En los cuatro primeros meses del presente año 111.000 personas buscaron ayuda en los Bancos de Comida por primera vez. Esta cifra conforma el total del millón doscientos mil solicitantes, de cuya totalidad se estima que unos cuatrocientos mil padecen hambre de forma constante.

Un punto importante a considerar en este apartado es que obviamente tales deficiencias han correspondido históricamente a los latinos y afroamericanos como las clases afincadas siempre en el furgón de cola del progreso, desarrollo y bienestar sociales. Sin embargo, ahora, los blancos históricamente favorecidos y dueños ancestrales del país también comienzan a hacer acto de presencia en los centros de ayuda social, en una situación de penuria que ya no respeta a nadie.

De aquí a esperar tiempos peores todo es posible, dado que cada vez son más las voces y organismos autorizados que dicen que lo peor aún está por llegar, mientras que los más optimistas, oportunistas políticos o descarados según se mire, insisten en que se está saliendo de la crisis. No obstante el hombre de la calle, el ciudadano de a pie, sin conocimientos de economía, ni datos ni porcentajes, no se explica como cada día hay más gente desempleada, como cada día cierran más empresas, y hay más recortes de todo tipo.

¿Dónde está la mejora y por dónde se atisba la salida a la crisis? Parece ser el interrogante que resuena en las calles de Los Ángeles a diario, mientras el 'Estado Dorado' languidece y permanece mudo, sin respuesta ni esperanza, de espaldas a un presente y una historia plagada de oportunidades y progreso, que hoy día se antoja casi imposible de volver a revivir.

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