jueves, 3 de septiembre de 2009

Familiares, amigos y fans despiden a Michael Jackson en Los Ángeles

Pablo Scarpellini | Los Ángeles (EEUU)
Actualizado viernes 04/09/2009 07:04 horas



Dos meses y medio después llegó el último adiós al 'Rey del pop'. Tras una emotiva ceremonia privada con familiares y amigos, el féretro de Michael Jackson fue depositado en un mausoleo del cementerio de Forest Lawn, en la localidad angelina de Glendale, junto a otras leyendas del cine y la música como Clark Gable, Nat King Cole o Walt Disney.

Los hermanos Jackson, ataviados con un brazalete adornado con una corona simbólica y luciendo un guante de los que hicieron famoso al mito, cargaron el ataúd de Michael para depositarlo en el centro de la escena, junto a un altar, los arreglos florales y dos retratos de la estrella.

Después llegaron los discursos del reverendo Al Sharpton, Joe Jackson y de aquellos invitados que quisieron dedicarle las últimas palabras al cantante, en una ceremonia guardada con celo de la que sólo se retransmitieron por televisión las imágenes previas de la llegada de los invitados y familiares y que empezó más de hora y media tarde por la demora de los Jackson desde su residencia de Encino, en Los Ángeles.

Jackson, enterrado con uno de sus míticos guantes en la mano, pasará a la eternidad en un lugar tranquilo e imponente, en una cripta de la Terraza Sagrada del Gran Mausoleo, rodeado de estrellas del celuloide como Carole Lombard y Jean Harlow, todo ello decorado con esculturas de mármol e imitaciones de 'La última cena' de Leonardo Da Vinci o de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.
Sin un Neverland donde velarlo

Jackson deja huérfanos a los millones de seguidores que confiaban en tener un lugar de culto como Neverland, el rancho californiano del cantante. De hecho, hoy ni uno solo se pudo acercar hasta la verja de entrada del cementerio para rendir su último homenaje debido a la fuerte presencia policial, que decidió cortar el acceso a las inmediaciones del lugar a las 4 de la madrugada.

En las afueras se concentraron medios de comunicación de más de 60 países, desde Australia hasta Japón, para ver desfilar a los asistentes a la ceremonia, entre los que estaban personalidades como Quincy Jones, Macaulay Culkin, Elizabeth Taylor, Stevie Wonder, Gladys Knight —encargada de poner la música—, o Lisa Marie Presley, la primera mujer de Jackson.

Cuarenta minutos más tarde de la hora prevista llegó el patriarca del clan, Joe Jackson, que se anticipó al resto de sus hijos y a la madre, Katherine, que llegaron en una flota de Rolls-Royce alquilados especialmente para la ocasión, más de una hora tarde. Esta última lloró toda la ceremonia.

También estuvieron presentes los tres niños del artista, Prince Michael, de 12 años, Paris, de 11, y Prince Michael II, de 7 años, sentados en las primeras filas junto a sus abuelos y sus tíos en una noche de intenso calor y emociones fuertes, pese a que ya han pasado dos meses y medio desde la muerte de la leyenda del pop.
El final de la especulación

Desde que su corazón no dio más de sí la mañana del 25 de junio, el cadáver de Michael Jackson ha dado cientos de vueltas en manos de los especuladores más sensacionalistas. Finalmente, el cementerio de Forest Lawn se ha llevado el gato al agua. Se trata de un camposanto situado a unos 10 minutos del lugar de celebración del primer funeral privado del pasado mes de julio.

'Jacko' ya no podrá hacerle la competencia a Elvis y su Graceland, como soñaba alguno de sus hermanos, que pretendía convertir Neverland en un museo abierto a las masas con la consiguiente parafernalia rodeando la tumba.

Tampoco triunfó la idea de Joe Jackson, que sugirió otra especie de parque de atracciones con la figura de su hijo como gran reclamo. Pretendía abrir una casa-museo en Las Vegas, donde estaba seguro que acudirían los fans en masa. También se quedó en agua de borrajas la petición expresa del alcalde de su localidad natal, Gary, en Indiana, que ya se frotaba las manos con la idea de la vuelta del hijo pródigo en un ataúd de madera.

El cantante de 'Thriller' ha terminado en un cementerio de ilustres, en uno de seis camposantos que componen Forest Lawn para una extensión total de 1,2 kilómetros cuadrados de mausoleos, espacios privados, 1.500 estatuas, varias iglesias —en una de ellas se casó el ex presidente estadounidense Ronald Reagan— y más 250.000 nombres sepultados para la posteridad. Entre esos hay toda una pléyade de estrellas que atraen a un millón de visitantes al año, desde Humphrey Bogart hasta Bette Davis, pasando por Groucho Marx, Lucille Ball, Errol Flynn o Ernest Lubistch, por nombrar a unos cuantos.
Un convite para los asistentes

Tras el entierro, la familia ha organizado un convite para los asistentes en el restaurante italiano Villa Sorriso, en Pasadena, a unos 12 kilómetros del cementerio, un acto considerado como una "celebración de la vida" del rey del pop. Se espera que asistan unas 150 personas a esta cena.

El autor de 'Thriller' murió repentinamente el pasado 25 de junio por una "una intoxicación aguda de propofol inyectado por otra persona", según se estableció tras la autopsia, por lo que los forenses determinaron que se trató de un "homicidio".

El propofol, un potente anestésico de uso hospitalario, le fue administrado junto con otros calmantes por el que era su médico personal, Conrad Murray, aunque las autoridades aún no han presentado cargos en su contra.

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