FERRAN BALSELLS - Tarragona - 06/12/2009
La sharía o ley islámica se aplica en Tarragona. Los Mossos han desarticulado una banda integrada por musulmanes ultraconservadores que condenó a muerte a una mujer de origen magrebí acusándola de haber cometido adulterio. La trama desvela la existencia de comunidades que se rigen según las costumbres tribales de sus países de origen. En este caso, una suerte de tribunal islámico compuesto por los presuntos líderes del colectivo musulmán determinó que la mujer había sido infiel a su esposo y ordenó su ejecución. Así lo declaró al juez la víctima, que pudo escapar y librarse de sus captores y pedir auxilio en una comisaria de los Mossos d'Esquadra.
El juez ha declarado prisión sin fianza para siete de los imputados
El Tribunal de Instrucción número 1 de Tarragona, que lleva la causa, dio credibilidad a su testimonio y ordenó la detención de nueve personas de origen magrebí y seguidores de la corriente salafista, por los delitos de detención ilegal, tentativa de homicidio y asociación ilícita. El juez ha declarado el secreto de sumario y prisión sin fianza para siete de los imputados.
La mujer fue secuestrada y retenida en una masía aislada de Tarragona. Allí, sus captores tenían previsto ejecutarla de forma inminente, según aseguró la víctima, que pudo huir gracias a un descuido de sus secuestradores, según declaró.
La División de Información de los Mossos, que se ocupa de perseguir a grupos que representan una amenaza para las libertades y la seguridad de las personas, desplegó en la madrugada del pasado 14 de noviembre un operativo especial en tres domicilios de las ciudades de Reus y Valls. El cuerpo, sin embargo, sólo informó entonces de la detención de "una banda criminal muy peligrosa". Añadió que la operación seguía abierta y que las instrucciones permanecían bajo secreto de sumario, lo que parecía indicar que pudiera tratarse de un grupo terrorista.
El diario El Periódico desveló ayer que los detenidos habían condenado a muerte a una mujer, extremo que fue confirmado por los Mossos.
La investigación apunta que los detenidos gozan de autoridad sobre la comunidad musulmana a la que pertenece la víctima y que constituyeron una especie de tribunal para juzgarla. La familia de su esposo la acusaba de adulterio después de que fuese vista junto a otro hombre en Tortosa. La propia comunidad habría aceptado el asesinato de la víctima por la supuesta infidelidad, según informan las mismas fuentes.
El salafismo es una corriente ultraortodoxa del islam con presencia notable en la provincia de Tarragona, pero hasta la fecha no había constancia de que se rigiera al margen de la legalidad y en base a la sharía. Esta ley inspirada en el Corán y otros preceptos musulmanes se aplica en países como Arabia Saudí y en partes de Nigeria. Allí, el adulterio puede castigarse con la pena de muerte por lapidación.
Las autoridades investigan ahora las conexiones de los nueve detenidos y su papel en las comunidades magrebíes de Tarragona.
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