JESÚS DUVA 12/12/2009
Iván Castiello Medina, un soldado de 27 años, murió en la madrugada de ayer al ser apuñalado por un compañero de armas en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales del Ejército de Tierra en Jaca (Huesca), según informaron fuentes policiales y del Ministerio de Defensa. La víctima, que hoy habría cumplido 28 años, fue agredida tras recriminar al homicida que pusiera la música a todo volumen pese a ser ya más de las dos de la madrugada.
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El homicida llegó al cuartel muy tarde y "bastante alterado"
Castiello, natural de Gijón (Asturias), estaba durmiendo en una habitación compartida con otros tres compañeros en el cuartel de San Bernardo, cuando irrumpió otro militar. Este soldado, de 23 años, cuya identidad corresponde a las iniciales D. A. G., encendió un aparato y puso la música a todo volumen. Castiello recriminó al compañero su actitud. "Le pidió que no alborotase porque era de madrugada y al día siguiente había que trabajar", explica su prima María Elena Fernández Castiello, en cuyo domicilio se crió desde la adolescencia el militar asesinado.
Los soldados profesionales no están obligados a llegar a su cuartel a una hora determinada, sino que basta con que cumplan con su horario laboral en la escuela donde se preparan los futuros soldados de Operaciones Especiales (los llamados guerrilleros). Presuntamente, el agresor aprovechó su tiempo libre para ir de fiesta a un local de diversión.
"El supuesto homicida llegó al acuartelamiento bastante alterado", señalan fuentes del Ejército, mientras que la prima de la víctima asegura que la familia tiene noticias de que estaba "borracho o drogado". Durante la discusión, el atacante sacó una navaja e infirió una herida a Iván. Éste fue trasladado inmediatamente al hospital de Jaca, donde falleció dos horas después.
El presunto homicida, que es de origen venezolano, fue detenido y entregado al Cuerpo de Nacional de Policía. Ayer tarde estaba siendo interrogado en la comisaría jacetana, donde estaba prevista la comparecencia de al menos dos testigos del crimen. Fuentes oficiales informaron de que este militar estaba calificado de "conflictivo" porque ya había protagonizado antes otros incidentes.
Iván había ingresado en el Ejército en abril de 2007. "Era un chico muy bueno, aunque tenía carácter y no se dejaba pisotear. Se quedó huérfano de madre cuando sólo era un niño, y luego se murió su padre cuando apenas tenía 15 años. Le gustaba el Ejército y, además, era una forma de asegurarse un trabajo", declaró su prima, domiciliada en la parroquia gijonesa de Llavandera.
"Pero nos había comentado que iba a pedir el traslado a Asturias porque en Jaca había algunos soldados raros", añade María Elena, quien, sin embargo, no sabe precisar en qué consistían esas "rarezas" de los compañeros. Añade que jamás le había comentado a la familia que hubiera tenido ningún enfrentamiento con el soldado que ayer le quitó la vida de un navajazo. El Ejército de Tierra ha suspendido cautelarmente de funciones al soldado implicado en el crimen, a la vez que le ha abierto un expediente administrativo. Pero toda la investigación penal recae en la policía, que previsiblemente le pondrá este fin de semana a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Jaca, encargado del caso.
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