domingo, 13 de diciembre de 2009

Silvio Berlusconi recibe un fuerte golpe en la cara tras un mitin y es llevado al hospital


EFE. 13.12.2009 - 22.04 h

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue este domingo agredido y herido al término de un mitin en la plaza del Duomo de Milán y tuvo que ser hospitalizado. Con la boca ensangrentada Berlusconi fue sacado inmediatamente en un coche oficial del lugar en el que se celebró un mitin de su partido y fue trasladado al hospital San Raffaele de la capital lombarda.

El incidente ocurrió después de que Berlusconi bajó del estrado donde había pronunciado un discurso y se dirigió a saludar a los asistentes al acto antes de subir al coche oficial, momento en el que un hombre aprovechó para agredirle.

Veis aquí: hay chicos que protestan. Veis por qué estamos aquí y estamos en la calle, porque nosotros estas cosas no las haremos nunca con vosotros

El agresor fue detenido por la Policía y Berlusconi, antes de entrar en el coche, se mostró a sus seguidores para asegurarles que estaba bien. Esto se produjo después de que, durante su discurso, el político fuera interrumpido por un grupo de personas, lo que hizo que Berlusconi les gritara, hasta en tres ocasiones, "vergüenza".

Durante su discurso en el acto de su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), Berlusconi se enfrentó verbalmente al grupo de opositores que le profirieron gritos de "dimisión" y "payaso". En su discurso, el primer ministro volvió a arremeter contra la "izquierda marxista" italiana y contra los jueces.

"Veis aquí: hay chicos que protestan. Veis por qué estamos aquí y estamos en la calle, porque nosotros estas cosas no las haremos nunca con vosotros. Porque nosotros somos gente libre, tenemos un espíritu liberal", afirmó el primer ministro. "Nosotros os dejaremos expresar vuestras cosas en un diálogo entre nosotros. Por esto nos debemos diferenciar de vosotros, porque vosotros querríais transformar Italia en una plaza chillona, que insulta, que condena. Vergüenza, vergüenza, vergüenza", añadió.

En un acto que sirvió para entregarle el carné número 1 del PDL y en el que Berlusconi volvió a sacarse del bolsillo varias de sus habituales bromas, el primer ministro reivindicó los éxitos de su Ejecutivo en la lucha contra la mafia.

El jefe del Gobierno, según lo describe la oposición es un monstruo. Pero no creo que lo sea, no sólo porque soy guapo, sino porque soy un buen tíoEl político y empresario insistió además en las acusaciones de politización que viene lanzando con mayor frecuencia en los últimos días contra los jueces de Italia, sobre todo después de que el Tribunal Constitucional invalidara el pasado octubre la ley que le otorgaba inmunidad.

"El jefe del Gobierno, según lo describe la oposición es un monstruo. Pero no creo que lo sea, no sólo porque soy guapo, sino porque soy un buen tío", comentó el primer ministro italiano. "Entrecomillan frases que nunca he soñado con decir y hacen llover sobre mí acusaciones diversas", añadió.

Más de 18.000 fans en Facebook

Massimo Tartaglia, el hombre de 42 años, sin antecedentes penales y en tratamiento psicológico, que ha sido detenido acusado de agredir con un objeto al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, cuenta ya -apenas unas horas después de los hechos- con una legión de seguidores en la red social Facebook.

5 grupos han sido abiertos tras conocerse su detención y su identidad. En uno de ellos, el principal, su nombre cuenta a las 21.00 horas del domingo con casi 14.000 fans, a los que hay que sumar los casi 4.000 de los otros cuatro.

Reacciones políticas de condena

Inmediatamente tras la agresión, los principales líderes políticos italianos, de uno y otro signo, salieron a condenar los hechos, que llegan después de varios meses en los que Berlusconi se ha visto envuelto en polémicas personales, políticas y judiciales.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, expresó a través de un comunicado de prensa su "más firme condena del grave e impulsivo gesto de agresión" hacia Berlusconi, al que transmitió su solidaridad.

Agentes de la Policía, que descartan que el incidente tenga vínculos con algún grupo de extremismo organizado, condujeron al detenido a la comisaría para el interrogatorio y, según fuentes de la investigación, se encuentra en tratamiento psicológico desde hace diez años en un hospital de Milán.

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