domingo, 5 de septiembre de 2010

LA JUVENTUD SE AGARRA A LA BOTELLA EN VEZ DE LUCHAR POR SU VIDA



LOS GOBIERNOS NO TIENEN GANAS DE DARLE SALIDA AL TRABAJO A LOS JOVENES Y ENCIMA LES PONE EL ACOLHOL BARATO EN LAS TIENDAS Y CARO EN LOS PUB Y ESTA LLEVANDO A LA RUINA A LA JUVENTUD Y ENCIMA EL GOBIRNO CONSCIENTE QUE SE BEBA PUBLICAMENTE ,DEJANDO BASURAS,ORIN Y CHICAS Y CHICOS EN ESTADO ETILICO MUY GRAVE ,SI ESTO ES LIBERTAD BIENVENIDO JOVENES A LA ESCLAVITUD DE VUESTRAS VIDAS PORQUE EL GOBIERNO OS QUIEREN ASIN QUE SEAIS MARIONETAS SOCIALES EN VEZ DE MANIFESTARSE POR EL PARO,LA REFORMA LABORAL,Y EL CONDENARNOS A MORIR DE VIEJO TRABAJANDO.JUAN REBOLLO

Miles de jóvenes se concentraron en el Parque Fuente de la Salud.
Las fiestas de la Consolación del municipio de Pozuelo de Alarcón nunca tuvieron tanta repercusión como en la penúltima edición, en 2009. Una batalla campal entre los jóvenes y la Policía, que trataba de «sofocar» un «botellón», culminó con 20 detenidos, siete de ellos menores, y varios agentes heridos. Casi 200 individuos intentaron asaltar la comisaría de la Policía Nacional. La violencia destrozó una de las fiestas patronales más seguidas por los jóvenes de toda la región. La madrugada de ayer domingo fue totalmente distinta: sin incidentes pero con un «botellón» multitudinario en el Parque de la Fuente de la Salud en el que se bebieron miles de litros de alcohol.
Para evitar los altercados del pasado año la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento blindaron la ciudad, empezando por su recinto ferial del Pradillo: helicópteros, vallas, potentes focos de luz, cámaras de seguridad y agentes custodiando los tres accesos a la zona para impedir la entrada o salida con envases de vidrio, objetos contundentes y cualquier tipo de bebida. Sólo se permitía el consumo de alcohol si se había adquirido en las casetas del interior. Los policías registraban los bolsos que portaban los jóvenes que entraban al recinto en el que se han instalado las atracciones y la discoteca.
Sin embargo, lafiesta no estaba en el área ferial la madrugada del domingo, la primera noche «grande» de las fiestas. Estaba fuera, en plena vía pública. Este año el recinto solo permanece abierto hasta las 00.00 horas mientras que el año pasado se prolongaba hasta las 03.00, horario limitado ahora solo a viernes y sábados.
Los jóvenes hicieron oídos sordos ayer al anuncio del Ayuntamiento de Pozuelo, que había prohibido el «botellón» en todo el municipio. Miles de jóvenes no estaban dispuestos a pagar 10 euros por un combinado, el precio de la consumición con alcohol en el interior del recinto. Así, sobre las 00.30 horas, tras concluir los fuegos artificiales, miles de jóvenes pululaban por el camino de las Huertas y la avenida de Alfonso XII, cargados con bolsas llenas de botellas, vasos y hielo en busca de un lugar donde «instalar el campamento».
El parque de la Fuente de la Salud albergó, paradójicamente, algo poco saludable, un «macrobotellón» improvisado. «Da igual que esté prohibido, aquí se puede beber tranquilamente, sin que nadie diga nada. No vamos a pagar 10 euros por una bebida alcohólica», relataba Fran, un joven de Alcalá de Henares, mientras el hielo se le deshacía y comenzaba a pingar la bolsa.
El próximo sábado, otra vez alerta máxima
Con el sonido de las hélices del helicóptero de la Policía Nacional de fondo, muchos jóvenes comentaban que se habían exagerado las medidas de seguridad. «Sinceramente, creo que se han pasado y no es para tanto», comentaba María Macua, de 16 años. Aunque esta es la posición de la mayoría, no la compartía Luis Codes: «Cuantas más medidas de seguridad mejor».
En boca de todos, por supuesto, la batalla campal que se produjo el año pasado. «Mi madre me ha dicho que tenga muchísimo cuidado. Presencié los altercados y pasamos miedo. Incluso las líneas de móvil se colapsaron», cuenta Isabel, una joven de 17 años de Mirasierra. Otros se muestran orgullosos de lo que sucedió: «Aquí llueven botellas, la Tercera Guerra Mundial fue en Pozuelo», se jactaba un chico de 16 años.
En la avenida central del parque, diez jóvenes jugaban al «flunky ball», una especie de béisbol con alcohol en el que gana el equipo que antes termina las bebidas. A pesar de que el consumo de alcohol en la vía pública está prohibido, dada la magnitud del «botellón», la Policía se limitó durante la madrugada del domingo a evitar que se produjesen incidentes. «Estamos controlando el botellón, no exterminándolo» aseveró a ABC un agente de la Policía Municipal.
A pocos metros de allí, en la plaza de José Antonio, el Servicio de Emergencias del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón había instalado un hospital de emergencia. Era el sexto año, pero casi sin actividad y mucho menos que el pasado año: «De momento la noche está muy tranquila, sin que se produzcan incidentes graves», afirmaba el coordinador de la unidad.
El próximo sábado, otra vez alerta máxima en la última jornada festiva en Pozuelo de Alarcón.

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