jueves, 16 de septiembre de 2010

Marcada por un pitbull


Una niña de seis años fue asaltada por un perro sin bozal en una urbanización de Las Rozas
/ El can se abalanzó, sin motivo alguno, sobre la pequeña, a la que han dado veinte puntos de sutura

Hacía calor y era sábado. Por eso, quizá, pongamos que Carmen y su madre aprovecharon su recién estrenado hogar con piscina para darse un baño y apurar los rayos del sol de verano. La fatalidad quiso que a esas mismas seis y media de la tarde, Raúl, un vecino de la misma urbanización «Bosquepino», sita en la localidad de Las Rozas, se decidiese por pasear a su perro pitbull. Nada más salir del portal, madre e hija anduvieron unos metros por los pasillos del vecindario. Estos trechos unen las diferentes entradas a los bloques y desembocan a unos doscientos metros en la zona recreativa de la urbanización que cuenta además de con la piscina con espacios deportivos.

A Carmen y a su familia siempre le han gustado los perros, no ha habido problemas ni fobias ni miedos. Así que cuando se acercaban las dos a Raúl nadie se preocupó. Pero en la mente del can, algo se cortocircuitó. El perro iba atado con su correspondiente correa, pero sin bozal.

Cuando vio a la niña, que tiene seis años y es de complexión delgada, el perro sintió una rabia inesperada y tiró del lazo que le unía a su amo para poder abalanzarse sin piedad sobre la cría. Fueron segundos en los que a nadie le dio a tiempo a reaccionar y por tanto, ocurrió lo inevitable.

La fuerza del can hizo caer al suelo a Raúl que se vio sorprendida por la fuerza con la que el animal tiró de la correa. Instantes después, el perro ya estaba sobre la menor a la que mordió con brutalidad. El brazo derecho, el hombro y el brazo fueron algunos de los lugares donde este perro de raza catalogada como peligrosa hincó con fuerza sus dientes. La madre no pudo hacer nada y Raúl tampoco pudo intervenir hasta que consiguió levantarse del suelo de nuevo. Los gritos de la niña, su progenitora y el dueño del animal se oyeron por la urbanización. Raúl consiguió separar al perro y evitar una tragedia mayor.Sin embargo, el daño estaba hecho.

Carmen quedó en estado de shock y su padre bajó a socorrerlas. Ni lo dudaron cogieron el coche y llevaron a la pequeña al Hospital de la Zarzuela donde le tuvieron que dar más de 20 puntos para cerrar las heridas.

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