20MINUTOS.ES. 19.10.2009
El soldado profesional Josué Estébanez de la Hija, acusado de asesinar de una puñalada en 2007 al joven antifascista Carlos Palomino, ha sido condenado este lunes a 26 años de prisión tras el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid, al apreciar el agravante de motivos ideológicos.
Es una sentencia pedagógica de gran altura al reconocer el odio ideológico como agravante
La Fiscalía solicitaba para el acusado 30 años de prisión al considerar que actuó por "odio ideológico", mientras que la familia de Palomino y la acusación popular pedía 37 años de prisión.
Finalmente al condenado se le imputan 19 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de motivo ideológico, a los que se añaden otros 7 más por la tentativa de homicidio.
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, expresó su satisfacción por la resolución dictada y la calificó de "sentencia pedagógica de gran altura al reconocer el odio ideológico como agravante".
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 26 años de prisión a Josué Estébanez de la Hija como autor de la puñalada mortal que acabó en noviembre de 2007 con la vida del menor Carlos Palomino en el Metro de Legazpi, cuando se dirigía a reventar una manifestación convocada por las Juventudes de Democracia Nacional.
Arrepentimiento
En su declaración, Josué reconoció que apuñaló a Palomino en legítima defensa, al verse acorralado por el grupo que acompañaba al fallecido. Sin embargo, los testigos certificaron que el asesino llevaba preparada su arma antes de que ellos entraran en el vagón estacionado en la parada de metro de Legazpi.
"Me siento arrepentido. Yo no quería quitarle la vida a nadie. Me entró mucho miedo y no supe reaccionar", confesó el acusado el último día de la vista oral, quien lamentó que "tenía una vida ya hecha". "No supe como reaccionar. Lo siento mucho", añadió Josué, haciendo uso de su derecho a la última palabra en el juicio.
Los hechos
La fiscal sostiene que sobre las 12.00 horas del 11 de noviembre de 2007, el procesado se encontraba en un convoy del metro de la Línea 3 para asistir a una concentración organizada por Juventudes de Democracia Nacional de Usera, con el visto bueno de la Delegación de Madrid. El arma le penetró siete centímetros, alcanzándole el ventrículo izquierdo
Al llegar a la plaza de Legazpi de la capital, observó que en el andén había un grupo de jóvenes con estética antifascista, a sabiendas de que se había convocado una contramanifestacion para reventar la de Democracia Nacional. Provisto de una navaja, que ocultó en la cara posterior del antebrazo, se dirigió hacia una de las puertas del vagón al que se disponían a entrar los chavales.
Entre los chicos estaba la víctima quien le realizó unos comentarios que se desconocen, a los que el procesado respondió clavándole la navaja que portaba. El arma le penetró siete centímetros, alcanzándole el ventrículo izquierdo, lo que provocó que el joven cayera al suelo y falleciera prácticamente en el momento.
Tras ello, Josué E. de la H. amedrentó a los acompañantes del menor con el arma, dando otro navajazo a uno de sus amigos que le ocasionó una herida incisa superficial en un dedo de la mano derecha. Otro de los jóvenes trató de arrebatarle la navaja, recibiendo una puñalada en el hemotórax izquierdo.
Como consecuencia de la agresión, este joven resultó con hemoneumotorax, laceración pulmonar, hematoma en lingala y hematoma mediastinico. El chico necesitó de tratamiento quirúrgico, habiendo invertido en su curación 93 días.
Tras apuñalar al joven, el agresor salió corriendo, siendo perseguido en su huida por un grupo de jóvenes no identificados que lograron retenerle. Gracias a esta intervención, la Policía detuvo al supuesto asesino, a quien se le incautó un puño americano. Dos días después, ingresó en prisión provisional.
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