LLUÍS URÍA | París. Corresponsal | 02/10/2009 | Actualizada a las 00:44h | Internacional
Marie-Christine Hodeau, de 42 años, salió el lunes por la mañana de su casa, en Milly-la-Fôret (Essonne), una apacible población de 4.000 habitantes 60 kilómetros al sur de París, para hacer su carrera matinal. Practicante habitual de jogging, a esta asistente maternal le gustaba salir a correr por las cercanías del bosque de Fontainebleau. Pero el lunes no regresó.
PALABRAS CLAVE
Marie, Sarkozy, Elíseo, Marcel, Francia, UMP, ADN, París
A las 9.10, Marie-Christine logró establecer contacto, a través de su móvil, con la Gendarmería, a la que alertó –con una voz "ahogada, pero muy calmada"– de que acababa de ser secuestrada por un hombre armado con un cuchillo. Encerrada en el maletero del coche de su agresor, la infortunada mujer tuvo tiempo de describir el vehículo y dar la matrícula antes de que la comunicación se interrumpiera bruscamente. Más de 200 gendarmes se desplegaron por la zona en su busca. Infructuosamente.
Los datos ofrecidos por la víctima fueron preciosos para detener horas después a su secuestrador. Pero, desgraciadamente, no para salvarle la vida. Su cadáver, desnudo y cubierto de hojarasca, fue hallado al anochecer del miércoles a 20 kilómetros del lugar del secuestro. Identificado por el coche y los restos de ADN de la víctima hallados en una palma de la mano, el sospechoso confesó.
La personalidad del presunto homicida, más incluso que el propio suceso, ha causado una honda indignación en Francia, además de una acalorada polémica política. Conserje en una finca de la población de Echilleuses (Loiret), el supuesto autor del asesinato –Manuel R., de 47 años– había sido condenado en el 2002 a 11 años de prisión por el secuestro y violación de una niña de 13 años de la población. Con la ley en la mano, salió de la cárcel en 2007 en libertad condicional, habiendo cumplido algo más de la mitad de la pena, y regresó al pueblo, de 300 habitantes, para indignación de la familia de la chica. Bajo control judicial y seguimiento médico hasta noviembre de 2008, nada hacía presagiar según la fiscalía que fuera a reincidir.
La policía se pregunta ahora si Manuel R. puede estar detrás también del asesinato de Caroline Marcel, de 45 años, hallada muerta en Olivet (Loiret) el 23 de junio de 2008. La víctima, que también había salido al campo a practicar jogging, murió estrangulada, al igual que Hodeau. El ministro del Interior, Brice Hortefeux, responsabilizó a los jueces de lo sucedido –"El asesinato hubiera podido ser evitado, es perfectamente inaceptable que este criminal sexual fuera puesto en libertad", dijo– mientras el portavoz de la UMP, Frédéric Lefebvre, clamaba por la castración química de todos los delicuentes sexuales. Las dos asociaciones de jueces reaccionaron con indignación a las declaraciones de Hortefeux, que calificaron de "escandalosas" y "demagógicas". Lo mismo que la oposición.
Nicolas Sarkozy recibió ayer mismo a la familia de la víctima en el Elíseo, flanqueado por el ministro del Interior y la ministra de Justicia, Nichèlle Alliot-Marie. El presidente francés reclamó al Gobierno la preparaciíon de nuevas medidas legislativas contra los criminales sexuales. En el 2008, Sarkozy hizo aprobar ya una ley que prevé la posibilidad de impedir la salida de la cárcel de criminales potencialmente peligrosos tras cumplir la pena. Pero el Consejo Constitucional rechazó su retroactividad. Marie-Christine Hodeau fue asesinada en Fontainebleau
No hay comentarios:
Publicar un comentario