El preso que se fugó en la Universidad vuelve a la cárcel "arrepentido"

La escapada ha sido corta. El preso de la cárcel de Huelva que el pasado día 10 se dio a la fuga a la carrera durante una visita al Campus del Carmen regresó ayer voluntariamente a la prisión, "arrepentido", según aseguró al entregarse y consciente de que lo que ha hecho es "una tontería" que le puede salir cara (hasta tres años de prisión), al haber quebrantado su condena.

El interno, L.C.P., de 26 años y que cumple tres años y ocho meses de prisión por robo con violencia (de los cuales le quedaban sólo nueve para la libertad condicional), llegó en torno a las nueve y diez de la noche al centro penitenciario. Allí aseguró a los funcionarios que no había planeado la fuga y que decidió escapar cuando, en el transcurso del trayecto entre la cárcel y la Universidad, vio su casa (vive en la barriada de Adoratrices).

La huida se produjo en una visita organizada a la Facultad de Derecho para que los internos del centro penitenciario, así como los funcionarios y educadores que los acompañan, conocieran la actividad que diariamente se realiza en la Universidad. En un momento de la visita el recluso salió corriendo al grito de "me voy a mi casa", sin que los funcionarios que custodiaban al grupo de diez presos que había salido de prisión pudieran darle alcance.

La Policía Nacional montó de inmediato un dispositivo de busca y captura, aunque no pudo localizar al fugado. Al día siguiente, Instituciones Penitenciarias aseguraba que la huida no se debía a un fallo de seguridad sino "de confianza", ya que el preso ya había participado en otras salidas sin que se hubieran producido "problemas" con su comportamiento. Por su parte, el subdelegado del Gobierno, Manuel Bago, explicaba que no había presencia policial en el momento de la fuga del preso debido a que la actividad formaba parte de un programa de recuperación y reinserción, por lo que "no debe extrañar que esta persona se escapara simplemente corriendo".

Tras el episodio ocurrido, lógicamente, Instituciones Penitenciarias no permitirá que el interno siga participando en las salidas organizadas desde la prisión. Una vez comunicada su vuelta al juzgado, éste ha abierto diligencias por quebrantamiento de condena, un delito por el que el fiscal puede solicitar de tres meses a tres años de cárcel para el preso.