domingo, 17 de octubre de 2010

Muere atropellada una mujer embarazada pero su bebé se salva

Khadija El Haddad, embarazada de nueve meses, salió el domingo a dar un paseo con unas amigas y de paso comprar aguja e hilo para terminar unas prendas que estaba tejiendo para su futuro bebé. Cuando cruzaba por el Camino del Molino, una calle ancha de Collado Villalba, fue atropellada por un turismo. Khadija, de 26 años, murió en el acto pero los servicios de Emergencias le practicaron una cesárea en una UVI en el mismo lugar de la tragedia. Lograron salvar al pequeño, que pesó tres kilos.

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El padre del bebé, Rachid Jahah, permaneció sentado en la acera desconsolado hasta que se produjo el levantamiento del cadáver de su esposa. Después viajó hasta el hospital Puerta del Hierro, adonde había sido trasladado su hijo. "¿Dónde está? No puedo esperar más para verlo", suplicaba Jahah, arrodillado ante la puerta de la UCI de neonatos, a una enfermera. Le dieron permiso para entrar a verlo y su primera reacción fue sacarle una foto con el móvil. No paraba de llorar. Por primera vez pronunció el nombre que había elegido con su mujer para la criatura: Mouad.

Abdedessakam Yaaqoni, tío de Jahah, escuchó a su lado el diagnóstico de los médicos: "Nos han dicho que se debate entre la vida y la muerte. Está muy grave pero están haciendo todo lo que pueden para salvarle la vida. Solo nos queda esperar".

Khadija vivía con su marido y su primer hijo de dos años en un apartamento de la urbanización Los Fresnos. El marido lleva 10 años en España y trabaja de cocinero en el restaurante El Roble, mientras que ella, que llegó hace seis años, se ocupaba de las tareas del hogar. "El marido está destrozado", explicaba el tío en la sala de espera del hospital, "casi no ha reaccionado, no se lo puede creer. Lo único que le queda ahora es que el bebé pueda ponerse bien. Esa alegría dentro de la tristeza puede darle ganas de vivir". Rachid Jahah, con la mirada ausente, enfundado en un chaquetón negro, no decía nada a su lado. Miraba fijamente al largo pasillo donde el recién nacido permanecía intubado. "Aprovecho para hacer un llamamiento al Ayuntamiento o a quien sea: esa calle es mortal, es lógico que pase algo así. Queremos que la arreglen porque no puede haber más víctimas", continuaba el familiar.

Los padres de la fallecida, que viven en un pueblo llamado Targuist, en la provincia de Alhucemas, al norte de Marruecos, no conocían anoche lo que había ocurrido. Nadie logró comunicarse con ellos. Su hija viajará en un ataúd hasta allí en breve.

El paso de cebra

La tragedia comenzó a media tarde del domingo. La mujer embarazada, que llevaba meses tejiendo ropa para el bebé que estaba a punto de nacer, salió a pasear junto a su cuñada, Amina Echikhi, y Hafida Fares. Llevaban a varios niños con ellas. Los familiares aseguran que todas cruzaron por un paso de cebra y que de repente Khadija, que se había quedado rezagada, fue embestida por un coche. "Fue muy rápido. La desplazó ocho metros. Fue horrible", recuerdan.

Los servicios de emergencias llegaron al lugar del accidente sobre las siete y media. Los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarla a ella, que sufría un fortísimo golpe en la cabeza. Su misión a partir de ese momento fue hacer todo lo posible para salvar al niño que tenía dentro. Los sanitarios metieron a la mujer en el interior de una UVI móvil, según relataba una portavoz de Emergencias 112. Le practicaron técnicas de reanimación para que siguiese llegándole oxígeno al bebé. Dentro de la ambulancia un médico le practicó una cesárea al cadáver y logró sacar el cuerpo del bebé. En esos momentos estaba en parada cardiorrespiratoria, pero lograron reanimarle. De inmediato lo trasladaron en un helicóptero al hospital, donde permanece intubado.

La Policía Local de Collado Villalba es la encargada de investigar el atropello. "No está claro si la mujer pasaba o no por un paso de cebra. Hay testigos que dicen una cosa y otros, otra. Hay que hacer más pesquisas para averiguar qué ocurrió. El conductor no ha sido detenido", explicó un portavoz policial. No aclaró si había dado positivo en la prueba de alcoholemia que se le practicó. Los sanitarios dijeron que el hombre que conducía se encontraba "muy nervioso" tras lo sucedido pero que no había necesitado atención médica.

La familia desea que el cadáver Khadija sea trasladado lo antes posible a Marruecos. "Iba a ser una madre feliz y de repente la vida le ha castigado con esto. Era una mujer muy joven", decía uno de sus tíos. Jaime Agzanay, un espigado amigo del marido, no daba crédito a lo que había ocurrido: "Ha sido una desgracia. Rachid estaba tan tranquilo en su casa y le han llamado para decirle que su mujer estaba muerta en una carretera". Lo único que le queda es ese bebé, llamado Mouad, que ayer se debatía entre la vida y la muerte en un hospital.

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