miércoles, 3 de noviembre de 2010

Reverdece la memoria de 96 mineros de la Cuenca aniquilados por el franquismo



02/11/2010 Juan F. Caballero / ODIEL
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Llevan 74 años esperando a que se haga justicia en uno de los acontecimientos más traumáticos de aquellos primeros días de la Guerra Civil Española, pero la herida no se ha cerrado y hoy, uno de los pocos asesinatos en masa que se resolvieron con un consejo de guerra, vuelve a salir a la luz.

Ocurrió en un lugar conocido como La Pañoleta, en Camas (Sevilla), pero las víctimas fueron onubenses, mineros procedentes de Nerva, Riotinto, San Juan del Puerto, Valverde.. que conformaron una columna dispuesta a combatir a las tropas que se habían sublevado en Sevilla, pero 96 de estos hombres perecieron en el intento.

Este viaje en el tiempo para caer en los días de sangre que tiñeron de luto a la geografía española será posible gracias a la intervención de dos sobrinas-nietas de Pedro Palma, uno de los mineros víctima de la represión de aquellos días. Décadas después, pese a que uno de estos familiares vive en Nueva York y el otro Argentina, no han querido dejar escapar la oportunidad de poder ponerle una tumba a su tio-abuelo y han iniciado los trámites de contacto para intentar la exhumación de sus huesos.

La Asociación de Memoria Histórica y Justicia de Andalucía ya se ha puesto en marcha para intentar esclarecer este caso y desenterrar los cuerpos de una fosa común en Camas, donde podría hallarse el cadáver de Pedro Palma, junto con el de otros ocho mineros (el resto se encontría en el cementerio de San Fernando de Sevilla). Actualmente sobre la tumba de estos nueve represaliados, se encuentra una pista de educación vial para niños que habría que desmantelar para acceder a los cuerpos.

La Asociación de Memoria Histórica ya ha iniciado los primeros trabajos de investigación y documentación de los hechos para poder demostrar la existencia de los cuerpos y que está llevando a cabo el historiador José María García Márquez, que incluso cuenta con el acta del consejo de guerra donde juzgaron a las 70 personas sometidas al juicio militar del régimen franquista, un acta que está “en muy mal estado de conservación pero que se ha podido digitalizar” según comenta el propio historiador a ODIEL Información.
Una vez que se realicen los trabajos de investigación, la Asociación de Memoria Histórica y Justicia de Andalucía solicitará al Ayuntamiento de Camas los permisos pertinenetes para poder levantar el suelo y acceder a los cadáveres y se encargará de la consecución de los fondos para llevar a cabo estas tareas.

historia viva. Francisco Espinosa es el autor del libro La Guerra Civil en Huelva editado por la Diputación provincial en 1996 y que ya se ha reeditado en otras tres ocasiones.

Espinosa cuenta para ODIEL los hechos acaecidos aquel 19 de julio de 1936, cuando la traición del comandante de la Guardia Civil de Huelva, Gregorio Aro Lumbreras, supuso la preparación de una emboscada a la columna de unos 300 mineros que partieron desde Nerva para combatir a la sublevación que se había producido en Sevilla.

En el ataque, se estima que murieron 25 de los mineros, otros tres resultaron gravemente heridos y murieron en un periodo de tres días. Pero de estos sólo se recuperaron nueve cuerpos, los que actualmente se encuentran sepultados en la fosa común de Camas y cuyos trámites para la exhumación se han iniciado ahora.

Otros 69 mineros fueron apresados y pasaron por diferentes prisiones antes de acabar en un sumarísimo consejo de guerra que se produjo en torno al 30 de agosto de aquél año, una vez que las tropas franquistas tomaron la Cuenca Minera. El tribunal militar declaró la pena de muerte para 68 de los acusados, sólo un menor de edad, de 17 años, fue ‘perdonado’ a cambio de una pena de 20 años de prisión. “Fueron fusilados de madrugada en cinco puntos diferentes de Sevilla, representativos de la resistencia de la izquierda”, asegura Espinosa, “querían que fuera algo ejemplarizante de lo que les podía suceder a otros si se resistían” afirma. Hoy esa historia de infamia, de la España Negra vuelve a surgir para que las heridas puedan cicatrizar.

La peculiaridad de este caso radica en que es uno de los pocos en la época que se resolvió con un consejo de guerra.

1 comentario:

  1. Indispensable es que este infame episodio salga a la luz.
    Forma parte de la historia negra de la España franquista amordazada por años de silencio.
    Las heridas que aún siguen doliendo claman justicia.

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