¿Por qué los gitanos van tanto a Urgencias?

28.11.09 - 03:08 -
A. VILLACORTA | OVIEDO.

«Muchas mujeres de esta etnia no saben lo que es una revisión ginecológica ni una mamografía»
Un informe revela que «tienen una salud peor que la población general»
«¿Por qué los gitanos van tanto a Urgencias?». Seguro que han formulado alguna vez esta pregunta. Y, si no se lo han cuestionado ustedes, sí lo han hecho los profesionales de los servicios sanitarios, que «muchas veces también son víctimas de los prejuicios hacia este pueblo». Lo explicó ayer Gracia Jiménez, gitana y médica del Servicio Andaluz de Salud, durante la inauguración de la 'Jornada Salud + Comunidad Gitana Sastipen Gau Kalo', organizadas por la Asociación Unga en el HUCA y que contaron con la presencia del consejero de Salud y Servicios Sanitarios del Principado, Ramón Quirós.
La respuesta es compleja e incluye factores culturales como «el miedo atávico de los gitanos a la muerte», que provoca que «busquen la inmediatez en la atención sanitaria» o que, «en cuanto uno de sus niños tiene décimas de fiebre o ellos sienten dolor, piensen que están a punto de morirse». Pero es que además, «se le ve mucho», porque «es raro que acudan sin su familia».
Así que al «mal uso de este recurso» se le une frecuentemente otro problema: «Muchas veces el personal sanitario no entiende por qué actúan así», aseguró Jiménez, que pidió a los profesionales «que intenten conocer la psicología del paciente y tener humildad para entender su forma de vivir la enfermedad, respetando la diferencia y sin confundir aspectos culturales con características propias de la marginalidad». O, de lo contrario, «nunca se ganarán su confianza».
Hasta ahí, los factores más o menos intangibles, pero es que hay otros más objetivos, como pone de manifiesto un informe elaborado a partir de decenas de entrevistas con gitanos de toda España.
Una de sus conclusiones, contó la médica gitana, es que es los miembros de esta etnia «tienen una salud peor que la población general. Sobre todo, las mujeres».
Un indicador claro, revela el documento, es que «las mujeres gitanas presentan mayor prevalencia de enfermedades crónicas que el conjunto de la población, incluso las menores de 35 años», unas enfermedades «muchas veces están relacionadas con sus condiciones de vida y la infravivienda».
La vida en un chabola es también la causante de muchos de sus trastornos afectivos: «El 17,6% de las gitanas tiene problemas de depresión frente a un 7,7% en el caso del resto de la población».
Los agrava que «muchas veces se automedican con ansiolíticos, hipnóticos y tranquilizantes» y que soportan una gran carga emocional, porque «suelen ser madres muy abnegadas, responsables de la familia y de apoyar en su sustento económico al padre».
Precisamente por eso, Ramón Quirós destacó el «papel nuclear» que tienen dentro de la comunidad y las animó a actuar como agentes sociales para mejorar la salud en este colectivo que ronda las 10.000 personas en Asturias.
Ellas son las que soportan también problemas derivados de que «sólo acuden al ginecólogo cuando están embarazadas o dan a luz» y de que «no saben lo que es una revisión ni una mamografía», lo que las hace «víctimas del cáncer de mama y de cuello de útero».
Y, por eso, Gracia Jiménez -con una foto de la gitana Margarita Cansino, la gran Rita Hayworth, como telón de fondo- las instó a educarse y educar a sus hijas, a «no sacarlas de la escuela para casarlas, porque, a mayor nivel educativo, mejor salud, y un pueblo sano es mucho más libre, el valor más preciado del pueblo gitano».