Moscú. (EFE).- El Tribunal Constitucional (TC) ruso ha fallado que Rusia no puede reanudar la aplicación de la pena de muerte conforme a las obligaciones asumidas a su adhesión al Consejo de Europa. La sentencia responde a una interpelación del Tribunal Supremo relativa a la posibilidad de reanudar la aplicación de la pena de muerte a partir del 1 de enero de 2010, tras la introducción de jurados populares en todos los entes federados del país.
Sobre la aplicación de la pena de muerte en Rusia pende desde 1996 una moratoria decretada por el entonces presidente Boris Yeltsin, condición impuesta por el Consejo de Europa para aceptar a al país en su seno. Rusia vinculó en su momento la moratoria con la introducción de jurados populares en todo el país, mientras el Constitucional aprobó en 1999 una resolución que garantiza a todos los condenados a la pena capital el derecho a ser juzgados por un jurado popular.
El presidente del TC, Valeri Zorkin, explicó que el veredicto se basa en una serie de normas internacionales aceptadas por Rusia por escrito y que prohíben o recomiendan prohibir la pena de muerte.
En particular, recordó que Rusia fue admitida en el Consejo de Europa en 1996 solo tras comprometerse a suprimir la pena de muerte y firmar —aunque nunca lo ratificó— el protocolo número 6 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que prohíbe la pena capital.
"La intención expresada por Rusia de imponer una moratoria para el cumplimiento de las sentencias de muerte y adoptar otras medidas para suprimir la pena capital fue una de las razones sustanciales para que el país fuera invitado al Consejo de Europa", subraya Zorkin.
Precisó que la Asamblea Parlamentaria del Consejo recomendó admitir a Rusia basándose en los compromisos y acuerdos asumidos por Moscú, ante todo la obligación de firmar en el plazo de un año y ratificar en otros tres el protocolo de la Convención Europea.
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